El próximo 20 de agosto se llevarán a cabo las elecciones anticipadas en Ecuador en las que se elegirá al presidente que terminará de gobernar por el próximo año y medio, luego de que Guillermo Lasso decretara «muerte cruzada» disolviendo la Asamblea Nacional y su propio período como mandatario.
Un total de ocho binomios se apuntaron para participar en las elecciones para presidente y vicepresidente. El Correísmo va unido con Luisa González como candidata, y el resto de los partidos inscribieron a sus propios candidatos, sumando en total ocho aspirantes presidenciales.
Con los tiempos cortos, los candidatos ya están en las calles, recorren los medios de comunicación y publican constantemente en redes sociales. Tienen que convencer a una población que “está muy asqueada”, dice Pablo Pardo, analista político. “El sentimiento principal ante estas elecciones es que la gente no está para experimentos, quiere algo seguro”, añade.
Los sondeos cambian todos los días y aún no hay un contrincante claro contra el correísmo; sin embargo, todo parece indicar que la mayoría de la población no quiere regresar al pasado votando por Luisa González quien ha dejado claro que su principal asesor será Rafael Correa, quien está prófugo de la justicia ecuatoriana por delitos de soborno.
Los últimos sondeos de junio revelan que Luisa González, Otto Sonnenholzner y Yaku Pérez encabezan la lista, mientras que candidatos como Jan Topic, obtuvieron un porcentaje menor al que se esperaba.
Los riesgo de que Luisa González gane las elecciones
La candidata Luisa González dice que de ganar la Presidencia, gobernará como lo hizo Rafael Correa; una situación que ha alertado a la mayoría de la población y que teme revivir todos los errores y ataques que emprendió el correísmo. Además, Andrés Arauz, que forma parte del binomio con Luisa dijo públicamente que en su gobierno negociarán y «abrazarán» a los 10 hombres más buscados del Ecuador.
El Gobierno de Correa ha sido muy criticado por tener vínculos con el narcotráfico y bandas criminales, por haber legalizado las pandillas como en el caso de los Latin Kings, por haber atacado a la prensa y perseguir a la disidencia, y por buscar desdolarizar al país para posicionar al Sucre como moneda oficial.
Por su parte Otto Sonnenholzner es economista, desde el 2020, estuvo aparentemente retirado de la política, tras una corta trayectoria, luego de haber ocupado el cargo de vicepresidente en el gobierno de Lenín Moreno. Aunque muchos le acusan de haber abandonado ese cargo durante la pandemia, entre sus círculos más cercanos se afirma que «no se le permitía trabajar» por lo que habría dado un paso al costado.
Meses antes de irse, el ex segundo mandatario salió a las calles, sobre todo en Guayaquil, para gestionar la ayuda de quienes necesitaban atención en la pandemia del Covid-19.
Yaku Pérez, un indígena kichwa del pueblo kañari que en 2017 cambió su nombre de pila, Carlos Ranulfo, por Yaku Sacha, que significa «Agua de Monte». Pérez se presentó a la elección auspiciado por partidos de izquierda, y por el partido Pachakutik.
Los opositores del candidato rechazan algunas de sus propuestas, como la condonación de deudas, por considerarlas un peligro para las golpeadas finanzas del país, azotado por la criminalidad y el narcotráfico.