En 2024, Perú cerró el año con cifras preocupantes en relación a la violencia. Según el Sistema de Información de Defunciones (Sinadef) del Ministerio de Salud (Minsa), se registraron más de 2.000 homicidios en todo el país.
En lo que va de 2025, las estadísticas no muestran mejoras significativas: en enero, se contabilizaron 123 asesinatos, según datos de la Policía Nacional del Perú (PNP). Los actos violentos, como extorsiones y secuestros, han incrementado, afectando principalmente a ciudades como Trujillo, Lima y Arequipa, donde las autoridades han extendido los estados de emergencia.
En este contexto, el medio internacional Bloomberg destacó que Perú enfrenta “su peor crisis de seguridad pública en la memoria reciente”, subrayando que esta ola de violencia no solo tiene impacto local, sino que es parte de un problema regional.
“Altos funcionarios del gobierno atribuyen el caos y la violencia a organizaciones criminales transnacionales, un fenómeno que también afecta a países vecinos como Ecuador y Colombia”, señala el artículo.
El Ministro del Interior, Juan José Santiváñez, reconoció que “el Perú enfrenta una ola de delincuencia sin precedentes”, pero resaltó que este no es un problema exclusivo del país, sino de toda la región.
Bloomberg también resaltó que la presidenta Dina Boluarte, quien asistió al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, reconoció la gravedad del crimen organizado y transnacional en el país, calificándolo como un desafío global. Estas declaraciones contrastan con la postura inicial del gobierno, que intentaba minimizar la crisis.
“Advertencia inusual” El artículo de Bloomberg también señala la influencia de organizaciones criminales extranjeras como el Tren de Aragua, una banda venezolana. Además, menciona que Perú, como el segundo mayor productor mundial de coca, enfrenta desafíos que repercuten en el panorama internacional.
“Las declaraciones recientes representan una advertencia poco común por parte del gobierno, que anteriormente sostenía que los niveles de delincuencia estaban controlados”, indica el artículo. Bloomberg menciona además un ataque con dinamita en la fiscalía de Trujillo, ciudad que permanece bajo estado de emergencia debido a la delincuencia.
Estas actividades ilegales generan un clima de inseguridad tanto para pequeños comerciantes como para grandes empresas, impactando la economía y el bienestar social.
Finalmente, Bloomberg describe a Dina Boluarte, con apenas un 5% de aprobación, como una de las líderes más impopulares a nivel mundial. Critican su falta de acción efectiva contra la criminalidad y mencionan que vetó un proyecto de ley diseñado para acelerar la detención de sospechosos, lo que ha generado mayores cuestionamientos sobre su gestión.
Fuente: Infobae
