La realidad actual sugiere que una página web es la puerta de ingreso al mundo comercial de cualquier marca, porque los hábitos y las costumbres de las personas cambiaron, aún más en épocas de la pandemia del coronavirus, que impulsaron -como nunca- las ventas en línea.
Un sitio en línea es un espacio en internet que hace relación a un negocio. Va desde lo más sencillo, como la página, hasta algo más moderno, como e-commerce, blogs, redes sociales, entre otras.
La gente mira primero la página web de un negocio (en su celular, notebook o computadora) antes que la vidriera de este.
Por eso es importante tener un sitio de internet, porque la tecnología se está volviendo la base de muchos, y puede significar la diferencia entre el éxito y supervivencia de un negocio, o el hundimiento total del mismo.
La página genera mayor visibilidad (en todo el mundo), un contacto más directo y rápido con el público (por un correo electrónico o chat en línea) y, seguramente un aumento en las ventas, aunque en este punto el éxito depende de la publicidad que la marca haga en otros sitios.
Ya no alcanza con el negocio tradicional, local abierto al público, teléfono. Hoy el mundo exige otra cosa. Es que cambió y las marcas -sin lugar a duda- deben adaptarse a la nueva forma de comercializar sus productos.