Tanto Corea del Norte como Corea del Sur realizaron sendas pruebas de misiles balísticos, con pocas horas de diferencia, y de esta manera aumentó la tensión entre ambas, en la región más volátil del mundo.
Pyongyang disparó los primeros misiles, dos de ellos a las aguas de la costa este de la península de Corea con cinco minutos de diferencia, según informó la Guardia Costera de Japón.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, calificó los lanzamientos de Corea del Norte como «escandalosos» y agregó que «amenazan la paz y la seguridad de nuestro país y región».
Seúl respondió casi tres horas después con un nuevo misil balístico (SLBM) lanzado «con éxito» desde el submarino sumergido ROKS Dosan Ahn Changho de 3.700 toneladas, según confirmó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
«Esta nueva arma desempeñará un papel muy importante en la defensa nacional autosuficiente y en el establecimiento de la paz en la península coreana», subrayó una fuente oficial surcoreana, quien confirmó que el presidente, Moon Jae-in, estuvo presente durante la prueba.
Con este lanzamiento, su país se convirtió en el octavo ejército del mundo en probar con éxito un SLBM, junto a Estados Unidos, Rusia, China, India, Reino Unido, Francia y Corea del Norte.
Pero no es habitual que Seúl responda en el mismo día con un test de armas a las pruebas realizadas por Pyongyang.
Este intercambio se produce en un momento en el que el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019.
Estados Unidos insistió en los últimos meses en que se reunirá con Corea del Norte, sin condiciones previas en cualquier momento y lugar para tratar de reavivar las conversaciones, pero por ahora no obtuvo respuesta de Pyongyang.
Si bien Corea del Sur precisó que los misiles norcoreanos cubrieron una distancia de unos 800 kilómetros (500 millas) y alcanzaron una altura de 60 kilómetros (37 millas) y Japón agregó que los proyectiles cayeron en aguas fuera de su zona económica exclusiva, el Comando Indo-Pacífico del ejército estadounidense, en Hawai, admitió que la prueba no representó ninguna «amenaza inmediata» para Estados Unidos o sus aliados.
Corea del Norte tiene prohibido probar misiles balísticos y armas nucleares según el derecho internacional.
Los misiles balísticos funcionan solo durante una pequeña parte de su vuelo. Se disparan en una trayectoria de arco que en versiones de mayor alcance llegan fuera de la atmósfera de la Tierra, y pueden manejar cargas útiles más pesadas, como ojivas nucleares.
El ejército de Corea del Norte dio a conocer dos nuevos misiles en los desfiles en octubre y en enero pasados. Uno, según los analistas, podría ser uno de los más grandes del mundo, tan grande que era necesario montarlo en un camión de 11 ejes.
No obstante, la capacidad para disparar SLBM amplía enormemente el alcance del arsenal balístico de Corea del Sur y lo hace mucho más peligroso, puesto que la naturaleza móvil de los submarinos hace que los lanzamientos sean difíciles de detectar.