Alemania se embarca en la búsqueda de su próximo Gobierno, un día después de que Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD), venciera por un estrecho margen a Armin Laschet, del bloque de centroderecha de la canciller saliente, Angela Merkel.
Los resultados oficiales finales dieron a los socialdemócratas el 25,7% de los votos y a la Unión el 24,1%. Hace cuatro años, obtuvieron un 20,5% y un 32,9%, respectivamente.
Además los Verdes se llevaron el 14,8%, los Demócratas Libres el 11,5%, la ultraderechista Alternativa para Alemania (Afd) el 10,3% y La Izquierda el 4,9% de los votos.
De esta manera, la nueva cámara del Parlamento (Bundestag) tendrá un récord de 735 legisladores.
Los dos mayores partidos, el SPD de Scholz y los conservadores de Merkel (CDU/CSU), aspiran a formar Gobierno en un proceso que podría prolongarse meses, ya que pese a la ventaja socialdemócrata, aún no está nada claro quién sustituirá a Merkel, que está en el poder desde 2005.
Tanto Scholz, que sacó a su partido de una depresión de varios años, como Laschet, el candidato del partido de Merkel, pretenden liderar el próximo Gobierno.
Scholz es el vicecanciller y ministro de Finanzas saliente y Laschet es el gobernador del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia.
En la decisión final tendrá gran peso la postura de los posibles socios menores, los ecologistas Verdes, de centroizquierda y que generalmente se inclinan por el SPD, y los liberales Demócratas Libres, que son más cercanos a la CDU.
Sin embargo, ninguno de los dos partidos dijo hasta ahora a cuál de las dos grandes fuerzas apoyarán tras las elecciones de ayer.
El electorado «reforzó a tres partidos -los Socialdemócratas, los Verdes y los Demócratas Libres- así que este es el visible mandato que han dado los ciudadanos de este país. Estos tres partidos deberían liderar el próximo Gobierno», afirmó Scholz.
La otra opción que tendría mayoría parlamentaria sería una repetición de la «gran coalición» entre los Socialdemócratas y la llamada Unión, la alianza de la CDU de Merkel con la CSU, el partido Unión Social Cristiana, de la región de Baviera.
Esta es la combinación que gobernó en Alemania 12 de los 16 años que Merkel estuvo en el poder, aunque esta vez debería estar comandada por Scholz y con la CDU como socio menor, porque el SPD fue el partido más votado.
Sin embargo, esta coalición muy a menudo sufrió crisis y se sumió en disputas, por lo que no genera mucho entusiasmo.
El Gobierno saliente de Merkel, de 67 años, permanecerá en el cargo hasta que preste juramento un sucesor.
Tras las últimas elecciones, en 2017, se necesitaron más de seis meses para alcanzar un acuerdo y formar la actual «gran coalición» gobernante de los dos partidos mayoritarios, conservadores y socialdemócratas.