El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, transita una semana complicada, ya que su Gobierno trabaja contrarreloj en la negociación con los senadores republicanos por el paquete de medidas que incluye no solo el aumento del techo de deuda sino también el de impuestos para fondear un plan social y así poder evitar el impago de la deuda federal antes de la fecha límite del jueves para el cierre del año fiscal.
La votación sobre el paquete de infraestructura bipartidista por 1 billón de dólares debía llevarse a cabo ayer, pero se pospuso hasta el jueves, ya que aún negocian demócratas y republicanos.
Biden también se comprometió a impulsar el paquete más amplio de seguridad social y cambio climático de 3.5 billones de dólares, que tampoco cuenta con el apoyo de la oposición.
Tanto Chuck Schumer, líder de la mayoría en la Cámara Alta, como Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes, adelantaron que estos días estarán «llenos de acontecimientos».
Por su parte Biden, durante el fin de semana, habló personalmente con los legisladores sobre el camino a seguir, según un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato para hablar de las conversaciones privadas.
Biden, Schumer y Pelosi están metidos de lleno en las negociaciones con los senadores clave y algunos legisladores de la Cámara de Representantes, quienes hasta el momento rechazaron aprobar el presupuesto de 3.5 billones de dólares y el aumento de impuestos a las empresas y a los ricos para pagarlo.
El plan contempla ampliar los actuales programas de salud, educación y atención infantil para los estadounidenses jóvenes y mayores, junto con nuevos esfuerzos federales para frenar el cambio climático. Para aprobarlo se necesitan 60 votos y los demócratas solo cuentan con 50.
Los republicanos se oponen rotundamente a la propuesta de Biden, que se pagaría con el aumento del tipo impositivo de las empresas, del 21% al 26.5% para las que ganen más de 5 millones de dólares al año, y el incremento del tipo máximo de las personas físicas del 37% al 39.6% para las que ganen más de 400.000 dólares al año, o 450,000 dólares para las parejas.
Pero también hay un sector de demócratas en la Cámara Baja, representantes centristas y las facciones progresistas, que tampoco están de acuerdo con el proyecto del Gobierno de Biden.
Así que cada día es importante hasta llegar al jueves, fecha en la que se definirá el futuro económico de Estados Unidos.