El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, se reunió con el embajador de Haití en el país, Bocchit Edmond, para analizar el brutal trato recibido por los inmigrantes haitianos en la frontera entre Texas y México que causó indignación mundial y una enfática reprobación del presidente Joe Biden.
«Agradecí la oportunidad de hablar directamente con el embajador Edmond sobre nuestro compromiso compartido de asegurar que los migrantes haitianos sean tratados con dignidad y respeto», sostuvo Mayorkas.
El funcionario añadió que espera seguir trabajando con el Gobierno de Haití y otros socios del hemisferio hacia una «gestión segura, ordenada y humana de la migración en la región».
Unos 15.000 migrantes, en su mayoría procedentes de Haití, llegaron a principios de este mes a la ciudad estadounidense Del Río, en Texas, lo que llevó a las autoridades a declarar el estado de emergencia y a desplegar más agentes de la policía estatal y tropas de la Guardia Nacional para frenar la oleada.
Testimonios periodísticos de reporteros gráficos e imágenes compartidas en las redes sociales mostraron a agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense acorralando a los inmigrantes haitianos y sometiéndolos a duras golpizas, lo que suscitó una oleada de cuestionamientos al violento proceder.
Mayorkas reveló que está «en curso una investigación» sobre las denuncias del maltrato hacia los inmigrantes haitianos en Del Río.
El funcionario añadió que su Gobierno está en conversaciones con funcionarios de Brasil y Chile para determinar qué migrantes haitianos tienen estatus legal para ser deportados allí, ya que muchos de ellos venían de terceros países de América y no directamente de Haití.
No obstante, el subsecretario de Estado para Asuntos del hemisferio occidental, Brian Nichols, y el principal asesor del presidente Biden para Latinoamérica, Juan González, visitarán la isla para reunirse con el primer ministro de Haití, Ariel Henry, y su ministro de Asuntos Exteriores, Claude Joseph, así como con delegados de la sociedad civil y actores políticos.
Entre los temas que abordarán se encuentran las elecciones en la nación caribeña tras el asesinato en julio pasado del presidente haitiano, Jovenel Moise.
Además, hablarán de la respuesta a la migración haitiana, asuntos de seguridad, y sobre el apoyo a la recuperación de ese país tras la pandemia del Covid-19 y el terremoto del pasado 14 de agosto, que se cobró más de 2.200 vidas.
La visita tendrá lugar una semana después de que el enviado especial de Estados Unidos a Haití, Daniel Foote, dimitiera en protesta por el «trato inhumano» de Washington a los migrantes haitianos en la frontera con México.