Los marineros, camioneros y aeronáuticos, quienes soportaron cuarentenas, restricciones de viaje, así como requisitos complejos de vacunación y pruebas de Covid-19 para mantener a las cadenas de suministros mundiales, ya saturadas, en movimiento durante la pandemia, les advirtieron a las autoridades de todos los países sobre «un colapso del sistema» porque están «agostados física y mentalmente».
Esto representa una amenaza más para la compleja red de puertos, buques portacontenedores, compañías de transporte por carretera y empresas aéreas que mueven mercancía en todo el mundo.
La advertencia la hicieron mediante una carta abierta firmada por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) y la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), que representan a 65 millones de trabajadores del transporte en todo el mundo y la dirigieron hacia los jefes de estado que asistieron a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Cámara Naviera Internacional (ICS, por sus siglas en inglés) y otros grupos de la industria.
«Si los gobiernos no restablecen la libertad de movimiento a los trabajadores del transporte y les dan prioridad para recibir las vacunas contra el Covid-19 reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede haber un colapso del sistema de transporte global», dice el escrito.
«Las cadenas de suministro globales comienzan a debilitarse a medida que los dos años de presión sobre los trabajadores del transporte pasan factura», agrega.
«Todos los sectores del transporte también sufren escasez de trabajadores y esperan que más se vayan como resultado del mal trato que han sufrido millones de personas durante la pandemia, lo que pone a la cadena de suministro bajo una mayor amenaza», finaliza la carta.
Guy Platten, secretario general de ICS, señaló que es probable que la escasez de trabajadores «empeore hacia finales de año porque es posible que los marinos no quieran comprometerse con nuevos contratos y arriesgándose a no regresar a casa en Navidad debido a los cierres del puerto y los cambios constantes en las restricciones de viaje».
«La cadena de suministro mundial es muy frágil y depende tanto de un marinero [de Filipinas] como de un camionero para entregar mercancías», añadió Stephen Cotton, secretario general de la ITF. «Ha llegado el momento de que los jefes de gobierno respondan a las necesidades de estos trabajadores», enfatizó.
Umberto de Pretto, secretario general de IRU, afirmó: «Los conductores se han enfrentado a cientos de problemas fronterizos y bloqueos a través de la pandemia. Los camioneros, los ciudadanos y las empresas que dependen de los bienes que mueven, pagan un alto precio por las restricciones equivocadas de Covid-19 que no eximen a los trabajadores del transporte».
El principal problema que padecen hoy los transportistas son en un principio la falta de vacunas y en segundo las distintas legislaciones que tiene cada país del mundo. Por eso piden -y exigen- la libertad de movimiento.