El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva que le impide a cualquier entidad en el estado, incluyendo compañías privadas, exigir a sus empleados o clientes vacunarse contra el Covid-19, pese al mandato nacional vigente del presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden.
«Ninguna entidad en Texas puede obligar a recibir una vacuna contra el coronavirus a cualquier individuo, incluido un empleado o consumidor, que se oponga a dicha vacuna por cualquier motivo de conciencia personal, basado en una creencia religiosa, o por razones médicas, incluyendo recuperación de Covid-19», sostuvo Abbott en el escrito.
Los requisitos de la vacuna por parte de agencias gubernamentales, ciudades, condados y distritos escolares ya estaban prohibidos por una orden ejecutiva anterior.
Durante el mes de julio, Abbott emitió una orden ejecutiva para aclarar que las entidades gubernamentales no pueden obligar el uso de mascarillas y tampoco exigirles a las personas vacunarse contra el Covid-19.
La Legislatura también aprobó en la primera sesión la prohibición de los llamados pasaportes de vacunas, lo que permitiría a las empresas exigir un comprobante de vacunación para recibir el servicio. Sin embargo, hasta este momento Texas había permitido que las empresas privadas exigieran vacunas a sus propios empleados.
Esta nueva orden se produce después de que la administración del presidente Biden anunciara semanas atrás un mandato de vacunación para todos los empleados que integren empresas con más de 100 trabajadores.
En la orden, Abbott dice que los mandatos de Biden son «otra instancia de extralimitación federal».
El incumplimiento de esta nueva orden puede resultar en multas. Abbott también pidió a la Legislatura de Texas que apruebe una ley similar. La Legislatura se encuentra en su tercera sesión legislativa especial que finaliza el 19 de octubre.