Latinoamérica es la región más desigual del planeta, el diagnóstico no es nuevo y el Covid-19 lo agravó, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que además aseguró que al finalizar la pandemia habrá «214,7 millones de personas en contexto de pobreza, es decir uno de cada tres latinoamericanos».
«Sin salud no hay economía y sin salud no habrá recuperación económica sostenible”, expresó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
«La prioridad sigue siendo la necesidad de controlar la crisis sanitaria desde un enfoque integral y mediante la aceleración de los procesos de vacunación», agregó.
Bárcena remarcó que el rol del Estado en todos los países es «esencial y enfrenta el desafío de procurar vacunas, mantener transferencias de emergencia a poblaciones vulnerables, acelerar la inversión pública en salud y garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de protección social».
Desde la aparición de la pandemia en febrero de 2020, la región sufrió 1.5 millones de muertos y más de 45.7 millones de casos.
Latinoamérica y el Caribe acumulan casi un quinto de los casos confirmados en todo el mundo y cerca del 30% de las muertes, a pesar de que tiene solo el 8.4% de la población mundial.
La CEPAL estima que este año «la economía regional crecerá un 5.9%», que no alcanzará a recuperar los niveles previos a la pandemia, y adelantó que en 2022 «volvería a caer para ubicarse en un 2.9%».
«Es probable que, a pesar de la recuperación económica, la pobreza y la pobreza extrema se mantengan en altos niveles o aumenten en 2021 si no se mantienen las transferencias de emergencia y medidas de protección social. Para el final de la pandemia habrá 214,7 millones de personas en contexto de pobreza», pronosticó el organismo.
El informe destaca que la persistencia de la crisis dejó al descubierto la necesidad de transformar los sistemas de salud en la región, que antes de la pandemia ya eran débiles, para responder debido a la falta de recursos.
Y estos números se recrudecen cuando Unicef sostiene que tres de cada cinco niños, niñas y adolescentes que perdieron un año escolar en el mundo a raíz de la pandemia, pertenecen a la región de América Latina y el Caribe, casi el 60% del total de los jóvenes latinoamericanos.
La pandemia profundizó los problemas en el ámbito de la educación en la región. Según un reporte de Save The Children, el 47% no cuenta con suficiente conectividad e Internet para estudiar, este número escala al 71% cuando se trata de hogares de niños y niñas pobres; el 25% no tienen ayuda disponible; y el 49% tiene problemas de comprensión de las tareas.
Las plataformas y sistemas educativos en línea fueron la respuesta generalizada e inmediata ante la necesidad de interrupción del ciclo escolar en los diferentes países de la región; pero paradójicamente, menos de la mitad de los hogares de América Latina y el Caribe tienen acceso a internet, a una computadora, tablet o teléfono móvil. A las desigualdades ya existentes, se sumó el riesgo de marginación y desconexión de los alumnos al sistema educativo.