El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, destacó a Colombia como «uno de los aliados más importantes» de su país, así como «la piedra angular de nuestro hemisferio compartido», en el cierre de su gira por Sudamérica, que incluyó un paso en primera instancia por Ecuador.
«La agenda de trabajo incluyó temas como la defensa de la democracia en la región, la crisis migratoria, y la lucha contra el narcotráfico, mitigación de la crisis climática y nuestra política de Paz con Seguridad», enumeró el presidente colombiano, Iván Duque, tras el encuentro con Blinken en la Casa de Nariño, la residencia oficial de su Gobierno, en la ciudad de Bogotá.
La actual crisis migratoria presente en todas las fronteras de Colombia, así como la grave situación de Necoclí, en donde Estados Unidos estuvo involucrado en los últimos meses, fueron los temas centrales.
Blinken consideró que una de las razones por las que las personas dejan su país de origen es por «la falta de esperanza de que la vida en sus países de origen mejore. A menudo eso se debe a la falta de oportunidades económicas. Estados Unidos quiere trabajar con ustedes para cambiar eso».
Otro de los temas que abordaron el funcionario estadounidense y el presidente colombiano son los derechos humanos. Al menos 29 personas perdieron la vida en las protestas realizadas a principios de este año, en donde miles de manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades del país a alzar su voz en contra de las políticas sociales y económicas presentadas por el Gobierno. Muchas de las muertes fueron atribuidas al uso excesivo de la fuerza por parte de los entes de control.
«La rendición de cuentas es de vital importancia: la rendición de cuentas por las más graves violaciones de los derechos humanos y los abusos cometidos durante el conflicto del país, la rendición de cuentas por los abusos cometidos en respuesta a las protestas de este año y, por supuesto, la rendición de cuentas por los responsables de los ataques a los defensores de los derechos humanos, los periodistas y otros líderes de la sociedad civil», sostuvo Blinken.
En tanto, Duque enfatizó -en repetidas ocasiones- que su Gobierno «tiene una política de tolerancia cero para el abuso policial», pero aclaró que esto «no hará que se permita el vandalismo o la violencia contra las fuerzas de seguridad».
Por último, ambos coincidieron «en seguir en la lucha contra el narcotráfico». Colombia es el aliado más cercano de Estados Unidos en América Latina y los dos países se coordinan estrechamente en materia de seguridad.
Blinken, que en junio estuvo en Costa Rica y la semana pasada en México, participó después en la Conferencia Ministerial sobre Migración que congregó a los ministros de Relaciones Exteriores de las Américas para buscar soluciones a la problemática migratoria del continente.