La Subsecretaría de Telecomunicaciones, luego de meses de prueba, autorizó para operar comercialmente en Chile a Starlink, la empresa de internet satelital de SpaceX, propiedad del multimillonario sudafricano Elon Musk, quien busca dar conectividad a zonas aisladas o rurales donde es complejo llegar con infraestructura digital como fibra óptica o red móvil.
Starlink obtuvo el permiso de operación en cinco estaciones terrestres conectadas con satélites, que estarán ubicadas en Caldera (873 kilómetros al norte de Santiago), Coquimbo (461 kilómetros al norte), San Clemente (270 kilómetros al sur), Puerto Saavedra (776 kilómetros al sur) y Puerto Montt (a 1033 kilómetros al sur).
«Ahora ya está en condiciones de ofrecer su oferta comercial a lo largo del país. Como Gobierno buscamos generar las condiciones para que los usuarios puedan tener diferentes alternativas de conectividad, con conexiones de alta velocidad que permiten que puedan acceder a contenidos online en cualquier lugar del país», afirmó la ministra de Transporte y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.
De esta manera, Chile se convertirá en el primer país latinoamericano en contar con los servicios de Musk.
El sistema de internet, dependiente de la constelación de satélites de baja órbita que la empresa aeroespacial lanzó al espacio, se convirtió en una revolución mundial en materia de conectividad digital.
La empresa entregará internet de banda ancha, de baja latencia y alta velocidad con un alcance de unos 100 metros a la redonda.
El kit de Starlink -incluye una antena y un enrutador de wi-fi, entre otras cosas- costará 467.000 pesos chilenos (572 dólares), además del envío que cuesta $95.800 (118 dólares) y los planes costarán desde $92.600 mensuales (114 dólares).