Los parlamentos de Colombia y Venezuela acordaron trabajar de manera conjunta en procura del restablecimiento de la relación bilateral, informaron hoy fuentes oficiales, ese entendimiento fue apoyado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, pero relativizado por el mandatario colombiano, Iván Duque.
La iniciativa partió del Senado colombiano y fue aceptada de buen grado por la Asamblea Nacional (AN, parlamento unicameral) venezolana, reveló el presidente de esta última, Jorge Rodríguez.
El legislador sostuvo que esa coincidencia se basa en tres aspectos, de los cuales uno es la «normalización de las relaciones diplomáticas» y otro, la «normalización de las relaciones comerciales», incluida «la necesidad de la protección de las empresas de Colombia en Venezuela y la protección de las empresas de Venezuela en suelo colombiano».
El tercer eje es la «verificación de las buenas prácticas comerciales» entre ambos países», agregó Rodríguez a periodistas en la sede de la AN.
El parlamentario subrayó que «esta proposición fue aprobada por unanimidad ayer en el Senado de Colombia» y que así se lo hizo saber el presidente de ese cuerpo, Juan Gómez Jiménez.
Rodríguez detalló que envió a su colega una carta de respuesta en la que afirmó que el parlamento venezolano está «en plena disposición de iniciar el proceso expresado en dicha propuesta», reseñaron medios de ambos países.
Maduro ratificó más tarde que el Congreso de Colombia invitó a que ambos parlamentos «conformen una comisión binacional para comenzar a conversar y avanzar en la regularización de las relaciones consulares, diplomáticas, económicas, comerciales y, en general, las relaciones institucionales, políticas y humanas».
El mandatario celebró la iniciativa y señaló que fue aceptada «por unanimidad» por los diputados de la AN.
En cambio, Duque tomó distancia de la idea y advirtió que no va a reconocer al gobierno de Maduro, ya que considera surgió de elecciones irregulares.
«En una cosa no nos podemos equivocar y es que lo que Colombia no va a hacer es reconocer una dictadura oprobiosa, corrupta, narcotraficante», enfatizó el mandatario colombiano tras reunirse en Bogotá con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
«No vamos a reconocerlo, reconocerlo sería una claudicación en los valores que ha defendido históricamente nuestro país, sería una claudicación frente a la miseria que ha tenido que vivir todo un pueblo por cuenta del oprobio», agregó Luque.
Colombia y Venezuela mantienen una tensa relación desde hace más de 15 años, cuando eran gobernados, respectivamente, por Álvaro Uribe y Hugo Chávez.
Esa tensión tuvo uno de sus picos en 2015, cuando Maduro cerró unilateralmente el principal puente fronterizo y deportó a numerosos ciudadanos colombianos. Ambos países anunciaron la reapertura del tránsito limítrofe a comienzos de este mes.
La situación se agravó hace dos años, cuando Colombia fue uno de los primeros entre los cerca de 60 países que no legitimó el mandato actual de Maduro por considerar que surgió de elecciones irregulares y sí reconoce, en cambio, el “gobierno interino” encabezado por Juan Guaidó, designado por el parlamento con mayoría opositora cuyo mandato venció a comienzos de este año.