El multimillonario Glenn Youngkin se convirtió en el primer gobernador electo republicano del estado de Virginia en una década, tras vencer al demócrata Terry McAuliffe, gracias al apoyo de los partidarios más fervorosos del expresidente Donald Trump, que complica la agenda de Gobierno del presidente Joe Biden.
El triunfo de Youngkin, de 54 años, sobre McAuliffe en las elecciones a gobernador celebradas ayer marca un abrupto giro para un estado que se había inclinado por los demócratas en el último decenio y que Biden ganó por 10 puntos cuando derrotó a Trump en las presidenciales del año pasado.
Mientras el Partido Demócrata lamentaba esa dura derrota, la posibilidad de otra asomaba en el cercano estado de Nueva Jersey, donde el gobernador oficialista Phil Murphy estaba técnicamente empatado con su retador republicano Jack Ciattarelli, en el escrutinio de los comicios celebrados también ayer, pese a que Biden se llevó ese estado en 2020 por 15 puntos.
Las elecciones fueron la primera prueba del ánimo de los votantes desde la asunción de Biden, y los resultados parecen mostrar frustración con la gestión económica y de la pandemia del demócrata y prefigura un año complicado por delante, antes de los comicios legislativos de noviembre de 2022, cuando el oficialismo buscará retener sus exiguas mayorías en el Congreso.
Youngkin, un político neófito que invirtió al menos 20 millones de dólares de su propia fortuna en estos comicios, celebró su triunfo de manera exultante.
«Este es el espíritu de Virginia que se une como nunca antes», sostuvo ante decenas de seguidores en un hotel de la ciudad de Chantilly.
La elección era vista en todo el país como una guerra entre Biden y Trump, quien apoyó desde el inicio a Youngkin.
«Todavía tenemos muchos votos que contar. Vamos a continuar contando los votos porque cada uno de los virginianos merece que su voz sea escuchada», manifestó McAuliffe, de 64 años, rodeado de su familia.
La campaña de Youngkin se convertirá probablemente en un modelo para los republicanos de todo el país, que mirarán de aprovechar en las elecciones de mitad de mandato la base de seguidores de Trump, a la vez que evitan verse manchados por su imagen entre los moderados.
La derrota de McAuliffe en Virgnia y probablemente la de Murphy en Nueva Jersey suceden justo cuando Biden necesita el apoyo para los proyectos de ley de infraestructura de US$ 1,2 billones y del paquete social de US$ 1,75 billones.