La Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) dio a conocer a fines de octubre que casi cuadruplica sus excedentes -el término usado para describir sus utilidades más un 10% de aporte al Estado- por la venta del metal entre enero y septiembre, superando los US$ 5.200 millones, contra los US$ 1.124 millones que alcanzó en el mismo periodo de 2020.
Asimismo, en Perú, los datos del Banco Central de Reserva (BCR) en su Reporte de Inflación de septiembre, proyectaban que en 2021 el PIB minero metálico del país crecería en 14,4%, reflejando una rápida y sostenida mejora de esta actividad extractiva, mientras el ministro de Energía y Minas precisó que entre enero y agosto se ejecutaron inversiones en minería por US$ 2.577 millones, correspondientes a la construcción de los proyectos Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho.
Sin embargo, no todo es alegría en los dos países, el primer y segundo productor del cobre en el mundo, por el crecimiento del precio del metal, ya que los conflictos ambientales y demandas sociales que genera su extracción generan dudas.
La buena noticia de la minera estatal fue un alivio para el gobierno chileno frente a problemas crecientes que vive, como el aumento de contagios por Covid-19, la sombra de un juicio político contra el presidente Sebastián Piñera y una inflación que crece y crece.
Desde mayo de este año, el metal rojo alcanzó máximos históricos al superar la barrera de los US$ 4,80 la libra, mientras que durante los primeros días de noviembre llegó a los US$ 4,34. Bastante más que los US$ 2,75 que promedió en 2020 y mucho mejor que las estimaciones que hizo la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), cuando predijo un valor de US$ 2,90 para 2021.
En tanto, desde enero hasta octubre de 2021, las regiones de Perú recibieron ingresos provenientes de la minería por US$ 1.620 millones, un 56,9% más que el mismo periodo del año anterior, que fue de US$ 1.032 millones, según reveló el Ministerio de Energía y Minas.
«Además la electromovilidad y la lucha contra el cambio climático estimulan la demanda por cobre, prometiendo demandas importantes en los próximos 15 a 20 años», sostuvieron desde el Gobierno de Pedro Castillo.
Tanto en Chile como en Perú estiman que el precio del cobre llegará a US$ 10.500 la tonelada. «La subida en el año fue de casi un 100% respecto del pasado. Si bien en octubre ha bajado un 10% por la ralentización de la economía China, creemos que superará los US$ 10.000 la tonelada antes de final de año», coincidieron.
«Es que el cobre es uno de los casos más espectaculares de éxito de los últimos tiempos, debido a no solo la demanda habitual del metal sino a la demanda por baterías eléctricas y paneles solares», completaron.
Sin embargo, el gran problema que atraviesan ambos países son la falta de proyectos, en algunos casos, y los conflictos sociales internos que afectan a las mineras, en otros.