Estados Unidos criticó hoy el proceder «peligroso e irresponsable» de Rusia por haber realizado una prueba de misil que hizo estallar uno de sus propios satélites, provocando escombros que juzgó amenazantes para los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI).
«Hoy temprano, Rusia llevó a cabo de manera peligrosa e irresponsable una destructiva prueba de misiles antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites», se quejó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El funcionario advirtió que el Gobierno del presidente Joe Biden «no tolerará este tipo de actividad».
Según Price, esta acción «generó más de 1.500 desechos orbitales rastreables y cientos de miles de pedazos más pequeños de restos orbitales que ahora amenazan los intereses de todas las naciones».
Este lanzamiento de misiles «muestra claramente que las afirmaciones de Rusia de que se opone a la militarización del espacio son falsas e hipócritas», condenó.
Rusia restó importancia al incidente, según expresó Roscomos, su Agencia espacial Federal, mientras la NASA, su par estadounidense, declinó efectuar comentarios.
La prueba del arma antisatélite (ASAT) supone una inusual demostración de fuerza del Gobierno ruso del presidente Vladimir Putin, criticada por la comunidad espacial debido al riesgo que crean para las tripulaciones en la órbita terrestre baja.
Ambas potencias mantuvieron fuertes lazos espaciales desde el final de la Guerra Fría, pese las crecientes tensiones políticas de los últimos años.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, indicó: «La preocupación inmediata son los escombros, que ahora flotan y podrían convertirse en un peligro, incluso para la Estación Espacial Internacional».
«Observamos de cerca el tipo de medios que Rusia parece querer desarrollar, lo que podría representar una amenaza no solo para nuestros intereses de seguridad nacional, sino también para los incentivos de seguridad de otras naciones con viajes espaciales», expuso.
Más temprano, el Comando Espacial de Estados Unidos dependiente del Pentágono había informado que se estaban investigando un «incidente generador de escombros en el espacio exterior» después de que los astronautas de la EEI se vieran obligados a prepararse para una posible evacuación de la instalación.
«La órbita del objeto, que obligó a la tripulación a moverse hacia la nave espacial de acuerdo con los procedimientos estándar, se ha alejado de la órbita de la EEI. La estación está en la zona verde», aseguró Roscomos en su cuenta de Twitter.