El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le pidió a la Comisión Federal de Comercio que investiguen «inmediatamente» el comportamiento «eventualmente ilegal» de las compañías petroleras y gasíferas, cuyos precios de la gasolina suben «cuando sus costos bajan».
La Casa Blanca pidió mediante una carta a la presidenta de la Federal Trade Commission (FTC, Comisión Federal de Comercio), Lina Khan, que estudie las «señales cada vez más evidentes de comportamientos perjudiciales a los consumidores de parte de las empresas de petróleo y gas».
«La FTC tiene la autoridad para examinar si hay comportamientos ilegales que afectan los presupuestos de las familias en las gasolineras. Creo que debería ocuparse de inmediato», enfatizó Biden.
«No acepto que los estadounidenses que trabajan duro paguen más caro por el combustible a causa de comportamientos que violen las reglas de la competencia o eventualmente ilegales», agregó el presidente.
Biden, además, señaló: «Los precios en el surtidor han seguido aumentando, incluso cuando los costos de los combustibles refinados bajan y las ganancias de la industria aumentan».
«Quiero que se examine más a fondo lo que está sucediendo con los mercados de petróleo y gas, y que aplique todas las herramientas de la comisión si descubre alguna irregularidad», sentenció el mandatorio.
El Gobierno enfrenta el descontento creciente de la población por la inflación, impulsada en particular por el incremento de los precios de la energía.
El precio del galón (3,78 litros) de gasolina subió más de un dólar en un año y se ubica en 3,41 dólares de promedio a nivel nacional, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA); mientras que el precio del gas aumentó un 49,6% desde octubre de 2020.
Todo esto en el marco de una inflación de un 6,2% a 12 meses en octubre, su máximo desde 1990.