La NASA lanzó desde la Base Espacial Vandenberg, de California, la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) con el objetivo de estrellar el asteroide Dimorphos, que no presenta ninguna amenaza, en lo que es la primera prueba de desviar un objeto de este tipo para proteger la Tierra.
DART, retransmitido en directo por la televisión de la NASA y que despegó a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, viajó con otra estructura que proveyó la Agencia Espacial Italiana (ASI), LICIACube, que bucará capturar imágenes del impacto y la nube posterior de materia expulsada.
«Asteroide Dimorphos, ¡vamos a por ti!», tuiteó la NASA después del lanzamiento. Más tarde indicó que el DART se separó con éxito de la segunda parte del cohete.
«Hemos recibido nuestras primeras señales de #DARTMission, que continuará desplegando sus paneles solares en las próximas horas y se preparará para su viaje de ida y vuelta de 10 meses al asteroide», agregó la agencia espacial.
El impacto debería producirse en el otoño boreal de 2022 (entre el 26 de septiembre y 1 de octubre), cuando el par de rocas se encuentren a 11 millones de kilómetros de la Tierra, el punto más cercano al que pueden llegar.
«Lo que estamos tratando de aprender es cómo desviar una amenaza», sostuvo el principal científico de la NASA, Thomas Zuburchen, en una teleconferencia con la prensa sobre el proyecto de 330 millones de dólares y el primero de este tipo.
«DART va a demostrar que una nave espacial puede navegar de forma autónoma hacia un asteroide fijado como objetivo y colisionar intencionalmente con él, un método de deflexión llamado ‘impacto cinético’», continuó.
«La prueba proporcionará datos importantes para ayudar a una mejor preparación en caso de que un asteroide pueda representar un peligro de impacto para la Tierra», concluyó Zuburchen.