La nueva variante de covid-19 detectada por primera vez en Sudáfrica, que preocupa a los epidemiólogos por su alto número de mutaciones y su potencial de propagación, fue hallada en Bélgica e Israel, en medio de la alarma por su expansión que provocó la prohibición de vuelos por parte de varios países europeos y la caída de los precios de las acciones y el petróleo.
Científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica informaron sobre la variante identificada como B.1.1.529 y que algunos especialistas ya bautizaron como «Nu».
Si bien va camino a convertirse en dominante en la región, fuera de África se informaron pocos casos: en Hong Kong primero y después en Israel y Bélgica.
En Israel se detectó en un pasajero proveniente de Malaui que está vacunado contra el coronavirus y hay dos casos sospechosos, también inmunizados, que permanecen confinados.
En Bélgica, la mutación se halló en una persona que viajó desde Egipto y no se había inoculado previamente contra el virus
«Tenemos un caso confirmado de esta variante. Se trata de alguien que vino del extranjero y dio positivo el 22 de noviembre y no estaba vacunado», dijo el ministro de Salud belga, Frank Vandenbroucke, en una conferencia de prensa.
Ante esta situación y mientras se estudia el posible alto impacto en la transmisibilidad y su potencial capacidad de evadir la inmunidad, varios gobiernos decidieron prohibir los vuelos desde y hacia la región sur de África.
Francia, España, Italia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Singapur, Austria e Israel son algunos de los países que tomaron la decisión, en un listado que se espera que aumente ante el anuncio de la Unión Europea (UE) de analizar que la medida abarque a todo el bloque.
«La Comisión propondrá, en estrecha coordinación con los Estados miembros, activar el freno de emergencia para parar los viajes aéreos desde el sur de África por la variante de preocupación B.1.1.529», escribió la presidente del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en su cuenta de Twitter.
Poco efecto tuvo la exhortación realizada hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que repitió que desaconseja la suspensión de vuelos ya que prefieren un «enfoque científico, basado en los riesgos».
Los expertos de la agencia sanitaria de la ONU tienen previsto reunirse para iniciar el análisis que permita determinar si esta variante debe ser designada como «de interés» o sumarse a la Alpha, Beta, Gamma y Delta en el listado de «preocupantes».
En la misma línea, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África rechazaron hoy «enérgicamente» los vetos y restricciones de viaje.
También hubo una reacción del Gobierno de Sudáfrica, que consideró «apresuradas» las medidas que cortaron el tráfico aéreo e instó al mundo a «luchar juntos», permitiendo la llegada masiva de inmunizantes que corten la escalada en la transmisión.
Cerca del 41% de la población adulta de Sudáfrica fue inoculada contra el virus en el país que es uno de los impulsores junto a India de la iniciativa para que se suspendan temporalmente las patentes de los tratamientos que está trabada hace más de un año en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En la nación se administran los fármacos de Johnson & Johnson y de Pfizer/BioNtech, laboratorios que están estudiando de forma «urgente» la eficacia de la vacuna contra la variante B.1.1.529.
La alarma mundial también se desató en los mercados: las acciones mundiales se desplomaron y el petróleo cayó por debajo de los 80 dólares el barril.
En concreto, el precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, llegó a caer hasta los 77,98 dólares, un 5,2% por debajo de los 82,25 dólares del cierre de ayer, mientras que el de West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, se abarataba más de un 6% y cotizaba en los 73,36 dólares.