El correcto uso de las redes sociales, como Instagram, Facebook y Twitter, aumenta considerablemente las posibilidades de éxito en el marketing digital. De ahí que es clave implementar una acertada estrategia. Pero no alcanza solo con eso. Finalmente una marca debe hacer un seguimiento para asegurarse que todo marche según lo previsto. Y la mejor manera de hacerlo es a través de una auditoría.
Una auditoría de las redes sociales consiste en revisar qué funciona, qué no y qué se puede mejorar del uso de las redes sociales.
1) Crear una plantilla para la auditoría de las redes sociales. Los puntos básicos son: información del perfil (nombre y URL); frecuencia de publicaciones; recuento de seguidores; tráfico de referencias; y métricas específicas por red.
2) Detectar las redes sociales con mejor y peor funcionamiento. No hay nada peor para un especialista en marketing de las redes sociales que perder el tiempo en una plataforma que no produce ningún resultado. Hay que revisar a diario todos los perfiles de las redes sociales. Para hacer esto, se pueden usar herramientas como Namechk o Knowem. Los puntos básicos son: tráfico de referencias; participación; y oportunidad.
3) Identificar las publicaciones con mejores resultados en las redes sociales. Este paso va a mejorar la estrategia de contenidos para las redes sociales. Si los mensajes no generan la participación o la interacción esperada con los seguidores, no habrá éxito. Utiliza la auditoría para revisar el contenido compartido e identificar qué publicaciones tuvieron un mayor impacto. La mejor herramienta para esto es Sprout Social.
4) Identificar el contenido del sitio web que más se comparte en las redes sociales. Ahora es el momento de revisar el contenido del sitio web. Si se hacen auditorías del contenido, entonces, es probable que se pueda obtener esta información allí. Todo lo que se necesita saber es qué publicaciones se comparten más y clasificarlas por red. Una manera fácil de obtener estos datos es con la herramienta BuzzSumo.
5) Controlar la imagen de la empresa. La marca debe ser inmediatamente reconocible en todos los perfiles de las redes sociales. Cuando hay una desconexión entre los perfiles de Facebook, Twitter e Instagram, es difícil para los clientes y los seguidores determinar qué perfiles son oficiales e incluso si están siguiendo a la compañía correcta. Es clave una misma imagen para todas las redes. Una buena herramienta para esto es Landscape.
6) Definir el público. La auditoría no se debe enfocar tanto en el público objetivo, sino en los seguidores reales. Se pueden obtener estos datos de diferentes maneras. Algunas redes como Twitter y Facebook brindarán información sobre la audiencia. También se puede utilizar en informe demográfico de la audiencia de Sprout para ver a los seguidores en Twitter.
7) Explorar nuevas plataformas de redes sociales. No es necesario abrir una cuenta para cada aplicación nueva que surja, pero sí es necesario al menos ser consciente de qué redes hay disponibles.
8) Calcular el ROI mensual de las redes sociales. Las marcas deben medir el ROI. No hacerlo da como resultado: pérdida de tiempo y dinero en actividades que no generan ningún valor, y probablemente nunca lo hagan. Además, muchas compañías pueden tener presupuestos limitados cuando se trata de las redes sociales.
9) Crear nuevos objetivos y metas. Con todos estos datos a disposición, la siguiente pregunta es: ¿cómo usarlos? El objetivo de realizar una auditoría de las redes sociales es dar una mejor comprensión de dónde se encuentra actualmente y qué se puede planificar para el futuro. Es clave utilizar toda la información disponible para crear nuevos objetivos y metas para el mes. Ya sea para aumentar la cantidad de seguidores en una determinada red, conseguir una mayor participación o ampliar el público.