El mundo parece encaminado a un segundo fin de año perturbado por el coronavirus ante el supersónico avance de la variante ómicron, con miles de vuelos cancelados desde Navidad y récord de casos en varias naciones, aunque con algunos países apostando a más restricciones y otros reacios a reimponerlas.
En Reino Unido, donde la variante altamente contagiosa del coronavirus disparó el número de casos hasta un récord de más de 120.000 por día, el ministro de Salud británico, Sajid Javid, anticipó que «no habrá más restricciones en Inglaterra antes de Año Nuevo».
Las nuevas infecciones diarias en Inglaterra rondan las 100.000, y las admisiones hospitalarias aumentaron más del 70% en Navidad con respecto a la semana anterior, informó el Ministerio de Salud británico, que tiene competencia solo en Inglaterra.
«Cuando entremos en el nuevo año, por supuesto, veremos si necesitamos tomar más medidas, pero nada más hasta entonces, al menos», afirmó Javid, luego de que el Gobierno impusiera este mes la vuelta del teletrabajo y un certificado de vacunación para acceder a ciertos lugares de ocio.
En las otras partes del Reino Unido, es decir Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que manejan su propia salud, sí se ordenó el cierre de clubes nocturnos y se impusieron límites a las reuniones, dejando al país dividido en su enfoque de la crisis.
Mientras tanto, Países Bajos -la ex-Holanda- ya cerró todas las tiendas, restaurantes y bares que no son esenciales y extendió las vacaciones escolares que equivale a un nuevo confinamiento.
Por su parte, en Bélgica, quedaron prohibidas las compras en grupos grandes y se cerraron los cines y salas de conciertos en medio de la temporada navideña.
Asimismo, en Francia, que el sábado registró más de 100.000 casos por primera vez, el primer ministro Jean Castex anunció una serie de restricciones que entrarán en vigor la próxima semana, después del Año Nuevo, entre ellas que los grandes eventos se limitarán a 2.000 personas en lugares cerrados y 5.000 al aire libre.
También se prohibirá comer y beber en los teatros, en los recintos deportivos y en el transporte público. Además, trabajar desde la casa será obligatorio al menos tres días a la semana siempre que sea posible.
El Gobierno enviará al Parlamento un proyecto de ley que se votará el mes que viene para crear un pase de vacuna que permitirá que solo las personas vacunadas, y ya no a los que presenten una prueba negativa de Covid-19, ingresen a lugares públicos, incluidos restaurantes, bares y cines.
En otras partes de Europa, Dinamarca e Islandia anunciaron récords de casos diarios, lo mismo que Grecia, que ya reimpuso la mascarilla en exteriores y va a cerrar bares y restaurantes a medianoche, limitando también el número de mesas.
En Estados Unidos, los casos de coronavirus continuaron su ascenso meteórico y miles de personas están varadas en aeropuertos luego de la cancelación de cientos de vuelos, en medio de la fulgurante propagación de ómicron.
El promedio de casos diarios en Estados Unidos llegó ayer a 198.404, un 47% más que hace una semana y el mayor desde el 19 de enero pasado en el país más afectado por la pandemia, con más de 800.000 muertos, informó la Universidad Johns Hopkins.
El presidente Joe Biden volvió a enfatizar la importancia de las vacunas, los refuerzos y las pruebas rápidas, y la ciudad de Nueva York puso en vigor un decreto que exige a los empleadores prohibir el ingreso a los lugares de trabajo a los empleados que no se hayan vacunado contra el Covid-19.
También en Nueva York, autoridades dieron la voz de alarma sobre las hospitalizaciones de menores de cinco años, que no están en edad de ser vacunados, y que ya suponen la mitad de los ingresos en la ciudad.
En Israel, un hospital comenzó a administrar una cuarta dosis de la vacuna del coronavirus a sus trabajadores sanitarios en un ensayo clínico que se espera preceda a una campaña nacional.
Por su parte, en Sudamérica, la ocupación de salas de terapia intensiva por enfermos de coronavirus en los hospitales estatales de Perú trepó a un promedio nacional de casi 50%, con picos de hasta 97% en algunas regiones, y las autoridades no descartan disponer la clausura de las playas para las fiestas de año nuevo.
En tanto, en Bolivia, el Gobierno amenazó con penas de hasta diez años de cárcel a quienes incumplan una disposición, que regirá desde el 1 de enero, de presentar un certificado de vacuna o un PCR negativo para viajar entre provincias o acceder a oficinas públicas, bancos, iglesias o shoppings.
Asimismo, en Paraguay y Ecuador, autoridades sanitarias anunciaron los tres primeros casos de ómicron. Los Gobiernos evaluarán en las próximas horas nuevas restricciones de ingreso al país.
Chile advirtió que 1,6 millones de personas pueden quedar inhabilitadas para viajar dentro del país por no haberse aplicado a tiempo la tercera dosis de vacuna anti-covid.
En tanto, el tráfico aéreo también seguía sufriendo perturbaciones a principios de semana con, de momento, 2.500 vuelos anulados el lunes y 800 el martes, según datos actualizados de la página web de vigilancia aérea, FlightAware.
En el fin de semana navideño, además de las 8.300 conexiones aéreas internacionales y domésticas anuladas, decenas de miles de vuelos habían tenido retrasos.