Duro embate de Biden contra Trump

El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró hoy que Donald Trump intentó frustrar el traspaso del poder al alentar la «insurrección armada» contra el Congreso de Estados Unidos hace un año por parte de cientos de sus seguidores republicanos tras su derrota electoral.

«Por primera vez en nuestra historia, un presidente que había perdido una elección intentó impedir el pacífico traspaso del poder mientras una turba invadía el Capitolio. Pero fracasaron», aseveró Biden en un discurso en el Congreso en el aniversario del ataque.

«La democracia fue atacada. Nosotros, el pueblo, resistimos. Nosotros, el pueblo, triunfamos», agregó el presidente demócrata al conmemorar el ataque del 6 de enero de 2021, sin mencionar ninguna vez a Trump por su nombre.

Ese día, cientos de partidarios del entonces mandatario republicano llegados a Washington de todo el país invadieron el Congreso e interrumpieron la certificación de la victoria electoral de Biden en los comicios del 3 de noviembre de 2020.

Apenas horas antes, Trump había dado un discurso ante muchos de ellos frente a la Casa Blanca en el que había insistido con sus denuncias, sin pruebas, de fraude en los comicios y los había alentado «a marchar sobre el Capitolio y a luchar con furia».

Una vez llegados al Congreso, los manifestantes derribaron vallas y superaron en número a los policías, a quienes agredieron con palos y otros objetos antes de ingresar al edificio y causar desmanes y la evacuación despavorida y caótica de todos los legisladores.

Cinco personas murieron en los disturbios por distintas causas, entre ellas una manifestante que fue baleada por la policía dentro del Congreso cuando los alborotadores buscaban a los legisladores en sus propias oficinas.

Biden trazó hoy una línea entre la «verdad» de lo sucedido y el relato que se formó Trump y muchos sectores republicanos, tanto dirigentes del partido como sus bases, de que fue una acción en defensa de la democracia y contra el fraude electoral.

La diferente percepción de los acontecimientos refleja la polarización extrema e histórica, en la que Estados Unidos se viene sumiendo desde la presidencia del demócrata Barack Obama (2009-2017), que se agravó aún más durante el Gobierno de su sucesor Trump.

«Ustedes, yo y el mundo entero lo vimos con nuestros propios ojos. Aquí está la verdad de Dios sobre el 6 de enero de 2021. Quisieron subvertir la Constitución», subrayó Biden.

«Ese no era un grupo de turistas. Esto fue una insurrección armada. No buscaban defender la voluntad del pueblo. Buscaban negar la voluntad del pueblo», agregó.

«Debemos ser absolutamente claros sobre lo que es verdad y lo que es mentira. Aquí está la verdad. El expresidente de Estados Unidos ha esparcido una red de mentiras sobre la elección de 2020», puntualizó.

«Vivimos en un punto de inflexión en la historia, tanto en casa como en el extranjero. Estamos enfrascados nuevamente en una lucha entre la democracia y la autocracia; entre las aspiraciones de la mayoría y la avaricia de unos pocos», señaló.

«No permitiré que nadie ponga un puñal en la garganta de la democracia. Defenderé a esta nación», concluyó Biden.

 

La respuesta de Trump

«Las acusaciones son parte de un teatro político que busca tapar los problemas que enfrenta Biden, cuyos índices de aprobación están por el suelo y su agenda legislativa, completamente estancada», contraatacó Trump mediante un comunicado.

«El presidente usó mi nombre hoy para tratar de dividir aún más a Estados Unidos», continuó.

Y siguió: «Este teatro político es solo para distraer la atención del hecho de que Biden ha fracasado completa y totalmente», enfatizó.

Mientras que los congresistas republicanos condenaron el ataque de manera casi unánime en los días posteriores, la mayoría de ellos se mantuvieron leales a Trump, quien no para de amagar con querer postularse otra vez a presidente en 2024.

 

Una voz disidente entre los republicanos

La representante republicana Liz Cheney, presidente de la comisión parlamentaria que investiga el ataque y una de las pocas dirigentes del partido que asistió a la ceremonia en el Congreso, advirtió que «la amenaza continúa».

«Trump sigue haciendo las mismas afirmaciones que sabe causaron la violencia el 6 de enero», condenó.

«Lamentablemente, demasiados en mi propio partido siguen apoyando al expresidente, mirando para otro lado o minimizando el peligro. Así es como mueren las democracias. No podemos dejar que eso pase», sentenció.

Otros importantes líderes republicanos del Congreso, incluyendo al jefe de la bancada del Senado, Mitch McConnell, estuvieron ausentes, prefiriendo en cambio asistir al funeral de un senador por el sureño estado de Georgia.

 

¿Hubo fraude?

Con el propósito de compartir su información con el país, los demócratas de la comisión investigadora tienen previsto ir haciendo públicos sus hallazgos, fruto de meses de entrevistas, testimonios bajo juramento y obtención de documentos y comunicaciones.

Pero Trump no moderó su discurso. Esta semana tachó de «crimen del siglo» el fraude que, según afirma, sin prueba alguna, empañó las elecciones presidenciales de 2020.

Y esta teoría gana terreno, bastante más allá de la muchedumbre enfurecida del 6 de enero de 2021.

Una encuesta del sitio de información Axios estima que solo el 55% de los estadounidenses están convencidos de que el demócrata Biden, que derrotó a Trump por siete millones de votos, fue elegido según las reglas.