Los contagios por la variante ómicron de Covid-19 obligaron a las autoridades chinas a decretar el cierre de la ciudad industrial y complejo portuario de Ningbo, el tercero más grande del mundo, y esto podría impactar fuertemente y de lleno en la cadena de suministro.
La ciudad experimenta una pequeña, pero impactante ola de contagios por coronavirus, con al menos 23 casos positivos.
Este aumento se produjo en un momento ya estresante para el puerto de Ningbo, donde trabajan más de 5 mil personas de punto fijo.
Ya había sufrido un bloqueo temporal en agosto de 2021 con resultados desastrosos para los barcos que transportan contenedores.
Preocupación
El bloqueo de las grandes ciudades por parte del gobierno chino para combatir los brotes de coronavirus está generando preocupación por más interrupciones en las industrias globales.
Dos fabricantes de semiconductores -Samsung electronics y Macron- informaron que sus fábricas en Xi’an, la capital de la provincia de Shaanxi, «se estaban viendo afectadas».
«Los bloqueos en China ya están causando interrupciones», coincidieron varios economistas de la consultora japonesa Nomura.
Los analistas advirtieron que Vietnam, Tailandia y otros países importantes para las cadenas de fabricación también podrían imponer medidas contra el Covid-19 que retrasarían las entregas.
Una China hermética
Al cierre de Ningbo se suman Xi’an, una metrópoli de 13 millones de habitantes con fábricas de semiconductores que se paralizó muy cerca de Navidad; Yuzhou, una ciudad de 1,2 millones de personas en la provincia central de Henan que fue clausurada el jueves 6 de enero; y Yongji, vecina de Shanxi, donde se ordenaron pruebas masivas después de que se encontraron rastros del virus en una estación de tren.
Frente a los contagios masivos, la política de Beijing fue de tolerancia cero, lo que mantuvo el número de nuevas infecciones relativamente bajo.
Estados Unidos y otros gobiernos, que trataron de minimizar el impacto económico de los controles antivirus, adoptaron una postura completamente distinta.
La estrategia de China frente al Covid-19 está imponiendo altos costos a una economía que ya se estaba enfriando con casos como el de Evergrande y otras empresas inmobiliarias que arrastran una fuerte deuda.
Eso provocó una caída en la construcción, uno de los mayores contribuyentes al crecimiento económico.
Los pronósticos especializados recortaron las perspectivas para el crecimiento económico de China en el último trimestre de 2021 a un 3% con respecto al año anterior, por debajo del 4,9% del trimestre anterior.
En tanto que el gobierno chino proyectó en diciembre pasado que esperaba un crecimiento del 6% para 2022 -moderado a 5,2% por la Academia China de Ciencias Sociales (CASS)- debido a la recuperación post covid.
China en números
En el día de hoy, el Gobierno informó 174 nuevos casos en todo el país, 57 en Xi’an y 56 en Henan.
Esto elevó el número de contagios, desde el comienzo de la pandemia, a 103.454 y el de fallecidos a 4.636.
