Bolsonaro y Castillo dejaron atrás las diferencias ideológicas

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el de Perú, Pedro Castillo, dejaron atrás las diferencias ideológicas y acordaron trabajar por la construcción de una «alianza estratégica» entre ambos países.

En una inédita muestra de pragmatismo político, el docente marxista Castillo respondió a la invitación del ultraderechista Bolsonaro para reunirse en Porto Velho, capital del estado de Rondonia.

Ambos mandatarios se fotografiaron juntos antes de la reunión e incluso Bolsonaro bromeó poniéndose el tradicional sombrero de Castillo.

Cabe destacar que el presidente brasileño afirmó, antes de la reunión, que estaban «superadas» las críticas realizadas a su par peruano durante la campaña electoral por tratarse de un líder de izquierda.

En un comunicado, ambos mandatarios «reafirmaron la decisión de continuar avanzando en la construcción de una alianza estratégica entre Brasil y Perú, que se sustenta en los históricos lazos de amistad entre los dos pueblos, en la extensa frontera común, en el potencial de complementación e integración entre las dos economías, en la voluntad de profundizar la cooperación y el desarrollo sostenible en el vasto espacio amazónico que comparten y en la visión coincidente sobre la necesidad de fomentar la paz, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo sostenible en América del Sur y a nivel mundial».

«Queremos una Sudamérica libre, con libertad de expresión, libertad de prensa para todos. Este encuentro tiene que ver con eso, podemos tener una buena relación si la democracia, de hecho, impera. Está todo superado», respondió Bolsonaro al ser consultado sobre las críticas que había hecho en relación con la victoria electoral de Castillo.

En esa ocasión, el presidente brasileño sostuvo «perdimos Perú contra la izquierda» y luego envió a su vicepresidente, Hamilton Mourao, a la asunción de Castillo como jefe de Estado.

En septiembre, Castillo fue visto dentro de la sede de la ONU retirarse cuando Bolsonaro comenzó su discurso ante la Asamblea General, en una clarísima señal de reprobación. Hoy, al parecer, todo quedó en el pasado.

Bolsonaro, candidato a la reelección el 2 de octubre de 2022, dio una señal diplomática que sus críticos le objetan, al reunirse con un marxista como Castillo, a quien combatió durante 2021, al respaldar en la campaña electoral a la derechista Keiko Fujimori.

 

Brasil y una salida al Oceano Pacífico

Bolsonaro reveló que habrá una «conversación reservada» con Castillo donde se abordará el asunto de la construcción del corredor bioceánico para que Brasil pueda tener una salida al Océano Pacífico para exportar su producción amazónica a través de un puerto de Perú.

El presidente brasileño explicó que la salida al Pacífico por Perú afecta «apenas a un país» mientras que otras opciones de un corredor bioceánico involucran «a por lo menos tres naciones», en referencia a un eventual puerto de salida por Chile.

Fue en este marco que en el comunicado Brasil impuso sus intenciones de que ambos países desarrollen en la selva amazónica un polémico proyecto de infraestructura para lograr un corredor que permita la salida al Pacífico de la producción brasileña.

En el texto, «el presidente Jair Bolsonaro reiteró el interés del gobierno brasileño en la conexión terrestre entre Cruzeiro do Sul (estado brasileño de Acre) y Pucallpa (provincia peruana de Uyacalli), al que atribuye un gran potencial para incrementar la integración económica».

El proyecto nunca fue autorizado por el Ministerio Público brasileño, entre otras cosas, porque nunca hubo un interés peruano de financiar su parte de la carretera.

Además, acordaron que se inicien próximamente negociaciones para el establecimiento de un corredor multimodal que facilite alternativas de conexión a la provincia de Purús (Ucayali) con Puerto Maldonado (Madre de Dios), Río Branco y Manoel Urbano (Acre), a través del territorio fronterizo.

También ratificaron el interés en establecer un corredor multimodal que una Brasil con Perú a través de las ciudades de Yurimaguas e Iquitos, en Perú, y la brasileña Manaos, a lo largo de los ríos de la cuenca amazónica.

La cumbre presidencial en el Palacio Rio Madeira, en la ciudad de Porto Velho, giró en torno a comercio, integración, acceso a mercados, seguridad fronteriza y combate a la pandemia, según la información de la Cancillería brasileña.

Cabe destacar que Brasil es el cuarto socio comercial de Perú y comparte 2.822 kilómetros de frontera.