Una mujer estadounidense se habría curado del VIH

Una mujer estadounidense de Nueva York se convirtió en la tercera persona -y primera de raza mixta- que entró en remisión del VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), gracias a un trasplante de células madre de la sangre del cordón umbilical, según una investigación presentada en una conferencia en Denver sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas.

La mujer, a quien los investigadores describieron como de mediana edad y mestiza, fue diagnosticada con leucemia mieloide aguda cuatro años después de un diagnóstico de VIH.

Luego del diagnóstico de leucemia, recibió altas dosis de quimioterapia que destruyeron sus células sanguíneas.

Más tarde, recibió un trasplante de células madre de un familiar adulto para reponer sus propios niveles de células sanguíneas.

Esto sirvió como un puente para mantener sus células sanguíneas mientras recibía células madre a través de la sangre del cordón umbilical de un recién nacido no emparentado, lo que puede demorar hasta un mes en comenzar a producir células.

La sangre del cordón tenía una mutación que hace que las células sean resistentes a la infección por el VIH.

Tres años después de su trasplante de 2017, dejó de tomar los medicamentos contra el VIH, conocidos como terapia antirretroviral, y 14 meses después no tenía virus detectable.

 

La palabra de los expertos

Marshall Glesby, jefe asociado de la División de Enfermedades Infecciosas de Weill Cornell Medicine y miembro del equipo de investigación, sostuvo: «La ventaja de usar sangre del cordón umbilical es que se extrae de un depósito nacional que permite a los científicos identificar la sangre con la mutación resistente al VIH».

Esta fue también la mutación involucrada en los otros dos casos conocidos de cura del VIH en personas que recibieron trasplantes de células madre.

Esta mutación se encuentra predominantemente en personas de ascendencia del norte de Europa, lo que limita la capacidad de trasplante a personas que no son blancas.

Sin embargo, aunque la paciente de este estudio se identificó como mestiza, aún era compatible con el trasplante, lo que indica que existe un grupo más amplio de posibles receptores de trasplantes de diversos orígenes raciales.

La sangre del cordón umbilical no necesita ser tan rigurosamente compatible como las células madre de un donante adulto.

«Entonces la sangre del cordón umbilical potencialmente estaría más disponible para las personas que necesitan un trasplante y que tienen VIH, debido a esta falta de necesidad de una comparación tan rigurosa», concluyó Glesby.

Por su parte, Yvonne Bryson, jefa de enfermedades infecciosas pediátricas de la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA e investigadora principal del estudio, afirmó: «Un hombre que se incluyó inicialmente en el estudio murió de recurrencia del cáncer antes de que se pudieran evaluar sus resultados».

La mujer también estuvo en remisión del cáncer durante 4 años y medio. Ella no tenía la enfermedad de injerto contra huésped, cuando las células del donante atacan a las células del receptor después de un trasplante, a diferencia de las otras dos personas curadas del VIH.

«Esas experiencias previas habían llevado a los investigadores a asumir que la enfermedad de injerto contra huésped era importante para la cura. Pero el caso de la mujer lo refuta», explicó Glesby.

Sin embargo, los investigadores advierten que este desarrollo se aplica solo a una pequeña fracción de personas con VIH.

«Alrededor de 50 personas al año que tienen VIH y cáncer de la sangre pueden beneficiarse de este enfoque», puntualizó Bryson.

«Este no es el tipo de tratamiento que sería apropiado para alguien que no tiene la necesidad médica de someterse a un trasplante. Este tipo de trasplante puede ser fatal en hasta un 20% de las personas», completó Glesby.

En tanto, Anthony Fauc, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, aseguró: «Esta persona tenía una enfermedad subyacente que requería un trasplante de células madre, así que no quiero que la gente piense que ahora esto es algo que se puede aplicar a los 36 millones de personas que viven con el VIH. No es práctico pensar que esto es algo que estará ampliamente disponible», sentenció.

 

El reto de eliminar el virus

Todas las historias de curas para el VIH son genuinamente notables y un motivo de celebración: prueban que se puede lograr.

Pero este enfoque no nos acerca a una cura para los 36 millones de personas que viven con el VIH, la mayoría de las cuales residen en África subsahariana.

El potencial de los trasplantes de células madre se demostró en 2007 cuando Timothy Ray Brown fue la primera persona en «curarse» del VIH. Tuvo un trasplante de un donante que era naturalmente resistente al VIH.

Desde entonces, la hazaña se repitió solo en dos ocasiones, con Adam Castillejo y ahora con la paciente de Nueva York.

Los tres tenían cáncer y necesitaban un trasplante de células madre para salvar sus vidas. Curar su VIH nunca fue el objetivo principal y la terapia es demasiado arriesgada para usar en todas las personas con Sida.

Cabe recordar que la terapia antirretroviral brinda a las personas con VIH una esperanza de vida casi normal.

Las principales esperanzas de una cura siguen centradas en vacunas o medicamentos que puedan eliminar el virus del cuerpo.

El tratamiento de la mujer involucró el uso de sangre de cordón umbilical, a diferencia de los dos casos conocidos anteriores en los que los pacientes habían recibido células madre adultas como parte de los trasplantes de médula ósea.

La sangre de cordón umbilical está más disponible que las células madre adultas utilizadas anteriormente y no requiere una compatibilidad tan estrecha entre el donante y el receptor.

Sharon Lewin, presidenta electa de la Sociedad Internacional del Sida, advirtió. «El método de trasplante utilizado en este caso no sería una cura viable para la mayoría de las personas que viven con el VIH».

«Pero el caso confirma que es posible una cura para el VIH y fortalece aún más el uso de la terapia génica como una estrategia viable para la cura del VIH», agregó.

Los hallazgos en torno a este caso de estudio aún no se han publicado en una revista científica revisada por distintos médicos e investigadores, por lo que la comprensión más amplia sobre el mismo todavía es limitada.