Rusia avanza «según lo planeado» en Ucrania y Occidente alerta que «lo peor está por venir»

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy que la invasión de Ucrania avanza «según lo planeado», en el octavo día de operaciones marcado por conquistas en el sur del país y el establecimiento de un «corredor humanitario», mientras Occidente alerta que «lo peor está por venir» ante la continuidad de los bombardeos.

Tras la conquista de Jerson, la primera ciudad relevante tomada por los rusos y de importancia estratégica en el Mar Negro, las fuerzas parecían moverse para aislar a Ucrania del acceso al agua a través de sus puertos clave del sur.

En ese marco, fuertes combates continuaron hoy en las márgenes de otra estratégica localidad portuaria, Mariupol, sobre el mar de Azov, donde gran parte de la población seguía sin luz ni servicios telefónicos. En las casas y comercios empezaban a escasear la comida y el agua.

El alcalde Vadym Boichenko sostuvo que las tropas rusas querían bloquear la ciudad de 440.000 habitantes, impidiendo las evacuaciones y el abastecimiento.

«Destruyeron todos los puentes, destruyeron los trenes para impedir que salgan nuestras mujeres, niños, ancianos. Nos impiden abastecernos», declaró, al tiempo que indicó que había ataques constantes desde todos los frentes.

Varias explosiones se oyeron también en Kiev, con informaciones encontradas sobre la enorme columna de artillería que desde hace días se dirige hacia la capital ucraniana.

Un funcionario de defensa de Estados Unidos sugirió que el convoy parecía haberse «estancado», pero también se especuló que podrían estar reagrupándose y esperando suministros logísticos antes de un asalto a la urbe.

Además de Jerson, las tropas rusas se alzaron ya con otro puerto importante del país, Berdiansk.

Otro punto caliente del conflicto es Jarkov, la segunda ciudad más poblada del país con 1,4 millones de habitantes, escenario de fuertes bombardeos y de combates tras el aterrizaje de tropas aerotransportadas rusas.

Autoridades locales también denunciaron ataques aéreos en la cercana ciudad de Izium que mataron a ocho personas, incluidos dos niños y, en el norte de Ucrania, los servicios de emergencia de la ciudad de Chernigov informaron de la muerte de al menos 33 personas en un bombardeo contra áreas residenciales, incluyendo colegios.

«La operación militar especial avanza conforme al calendario previsto, según lo planeado», afirmó Putin al abrir una reunión del Consejo ruso de Seguridad y agregó que sus tropas combaten contra «los neonazis y que rusos y ucranianos son un solo pueblo».

En una conversación previa con su par francés, Emmanuel Macron, Putin prometió continuar «sin concesiones» su ofensiva.

 

Pesimismo

Luego de esa conversación, Macron llegó a la conclusión de que «lo peor está por venir» en el conflicto, informó la Presidencia francesa.

Ante este panorama, el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió un mayor apoyo de las potencias occidentales y advirtió que si su país es derrotado, Rusia no vacilará en atacar a los países bálticos y el resto de Europa.

Reclamó en particular que los países occidentales «cierren el cielo ucraniano a los aviones rusos o le entreguen aviones» a su país.

Hasta ahora, los países occidentales entregaron armas a Ucrania, pero centraron su respuesta en una batería de sanciones para aislar a Rusia diplomática, económica, cultural y deportivamente.

A las ya efectivas, se suman las anunciadas hoy por Estados Unidos que tienen en la mira a los oligarcas rusos, objeto de represalias también por parte de la Unión Europea (UE).

Ante esto, el jefe de los servicios de inteligencia rusos acusó a los países occidentales de buscar «destruir» Rusia y de intentar «establecer un bloqueo económico, informativo y humanitario» del país.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) pidió hoy al Kremlin el «cese inmediato de todas las acciones» militares en las plantas nucleares y la Comisión Europea (CE) anunció que trabaja en un «plan de contingencia» ante un eventual ataque a esas centrales.

Los soldados rusos tienen rodeada Zaporiyia, la instalación atómica más grande de Europa, y ocuparon Chernobil en el primer día de la ofensiva.

A todo esto, más de un millón de personas ya huyeron de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, en un éxodo que se produce «a un ritmo sin precedentes» y que va camino a convertirse en «la mayor crisis de refugiados de Europa en este siglo», indicó hoy la ONU.

De acuerdo con el recuento del organismo, cerca de 1.050.000 personas escaparon de Ucrania a los países vecinos, principalmente Polonia, cifra que representa más del 2% de la población del país, que alcanza los 44 millones, según datos del Banco Mundial (BM).

Las pocas esperanzas de un alto al fuego están puestas en las negociaciones entre Ucrania y Rusia que se retomaron hoy, con la segunda ronda de diálogo en la que se acordó crear corredores humanitarios para evacuar a los civiles y la entrega de alimentos y medicinas.

Para la delegación rusa, durante el encuentro celebrado en Bielorrusia se logró «un progreso significativo», pero para los representantes ucranianos, que buscan un cese de hostilidades inmediato, la reunión «no ha tenido aún los resultados que se necesitan».

Rusia pretende el reconocimiento de Crimea, la península ucraniana que se anexionó en 2014, como territorio ruso y «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.

También exige la promesa de un estatuto de país neutro que frene su ingreso a la OTAN, pero el ataque está acercando aún más a las exrepúblicas soviéticas con las potencias occidentales.

Georgia y Moldavia, que también tienen conflictos de soberanía con Rusia, presentaron oficialmente hoy su candidatura para ingresar a la UE, ante el pedido similar que ya realizó Ucrania.