El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, evitó anoche ser destituido por el Congreso, dominado por la oposición derechista, al cierre de un juicio político que mantuvo al país en vilo.
Tras un extenso debate de más de ocho horas en el Congreso unicameral, en el que el mandatario presentó sus descargos antes de que 95 parlamentarios hicieran uso de la palabra, solo 55 legisladores votaron a favor de la destitución, 54 en contra y 19 se abstuvieron.
Muy lejos estuvo la oposición radical de sumar los 87 votos necesarios para lograr la «vacancia por incapacidad moral», pero si le dio un nuevo golpe a la administración de Castillo.
«No ha sido aprobada la resolución de declarar la vacancia de la presidencia de la República», declaró la jefa del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, tras la votación efectuada después de la medianoche de Miami.
El resultado de la votación no fue sorpresivo, ya tanto los analistas como los medios peruanos anticiparon que la oposición radical no contaba con los votos necesarios para destituir al mandatario, un maestro rural de 52 años que asumió el 29 de julio de 2021.
Eran veinte los puntos que intentaron argumentar el pedido de salida de Castillo figuraron: supuestas reuniones secretas, designaciones de ministros cuestionados, investigaciones por corrupción a funcionarios, contradicciones y mentiras del jefe de Estado durante las investigaciones fiscales, la intención de someter a consulta popular una salida al mar para Bolivia, entre otras. Todas con muy poco sustento para justificar su salida.
El presidente tomó la palabra y luego se retiró del hemiciclo.
Castillo, quien acudió al Congreso luciendo la banda presidencial a presentar sus descargos -aunque no estaba obligado por ley- junto a su abogado, José Félix Palomino, abrió la sesión parlamentaria con sus descargos, respondió algunos de los cuestionamientos en su contra y luego se retiró del hemiciclo, donde su abogado, José Félix Palomino, tomó la palabra.
«No existe prueba que vincule directamente al presidente con algún acto de corrupción», enfatizó Palomino ante el plenario.
Mientras el abogado de Castillo hablaba, la jefa del Congreso suspendió temporalmente la sesión al originarse una trifulca por un letrero colocado en su escaño por la legisladora fujimorista Vivian Olivos, que decía «vacancia ya» y que la bancada oficialista exigía retirar.
Todo esto transcurrió ante la atenta mirada de tres funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes presenciaron el debate autorizados por las autoridades del Congreso a pedido de la cancillería
Simultáneamente, en los alrededores del edificio legislativo se desarrollaron manifestaciones a favor y en contra de la destitución de Castillo, con participación de centenares de personas, solo separados por un cordón policial.
«Saludo que haya primado la sensatez, la responsabilidad y la democracia. Reconozco a los parlamentarios que votaron en contra de la vacancia, y respeto la decisión de quienes sí lo hicieron», aseguró Castillo en Twitter tras la votación.
«Llamo a todos a cerrar esta página y trabajar juntos por los grandes desafíos del país», agregó el mandatario.
Por su parte, el parlamentario Alejandro Muñante, del partido derechista Renovación Popular, quien impulsó la moción de vacancia, sostuvo: «No asumimos esto como una derrota».
Ésta fue la segunda moción de vacancia contra Castillo, que asumió la presidencia en julio de 2021 tras ganar un apretado balotaje a la derechista Keiko Fujimori. En diciembre, el Congreso desestimó una medida similar.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos mostró su preocupación: «La vacancia presidencial por incapacidad moral permanente carece de definición objetiva y la misma tampoco ha sido interpretada por el Tribunal Constitucional de Perú, lo cual puede afectar la separación e independencia de los poderes públicos», puntualizó.
Sin embargo, una destitución ronda en el aire desde su elección en 2021, cuando sus rivales denunciaron «fraude» a pesar del aval a su victoria de la OEA, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
En coincidencia con el juicio político al presidente, una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos divulgada hoy por el diario La República reveló que el 79% de los peruanos reprueba el desempeño del Congreso, por sobre la desaprobación a Castillo, 66%, según el último sondeo de Ipsos, tres puntos menos que en febrero.
De haber prosperado el intento opositor, Castillo habría tenido un destino parecido al de dos de sus predecesores, el centrista Martín Vizcarra, destituido por el Congreso en noviembre de 2020, y el derechista Pedro Pablo Kuczynski, quien dimitió en marzo de 2018 cuando se hizo evidente que no sobreviviría a un segundo juicio político.