El gobierno del presidente Joe Biden le pondrá fin el 23 de mayo próximo al Título 42 referente a las restricciones pandémicas de la era Donald Trump en la frontera con México, las cuales bloquearon en gran medida el ingreso de inmigrantes a Estados Unidos, según informaron tres funcionarios estadounidenses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) por estas horas evalúan la autoridad de salud pública, conocida como Título 42, según su portavoz, Kathleen Conley.
Una vez que concluya con eso, los CDC anunciarán una decisión -probablemente esta semana- sobre si revocar, modificar o extender la autoridad.
Pero es un hecho -según confiaron funcionarios de la administración de Biden, informó CNN-, que el Título 42 será derogado.
De hecho Biden estuvo bajo una creciente presión de los demócratas y los defensores de los inmigrantes para acabar con la autoridad de salud pública.
La medida -impuesta por el ex presidente repúblicano Trump al comienzo de la pandemia de coronavirus- nunca estuvo justificada por la ciencia y puso en peligro a los migrantes, de acuerdo a los expertos.
El Departamento de Seguridad Nacional espera un escenario complicado
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), desde marzo de 2020 se enviaron de regreso a México o a su país de origen a 1,7 millones de migrantes.
El manejo de la frontera entre Estados Unidos y México es un tema políticamente precario para el presidente Joe Biden antes de las elecciones intermedias.
Durante el último año, Biden ya lidió con una afluencia de niños migrantes no acompañados y una oleada de migrantes en Del Rio, Texas, que resultó en miles de personas debajo de un puente.
Si se levanta la orden, se espera que tenga ramificaciones inmediatas: los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) se están preparando para el peor escenario de hasta 18.000 personas que intentarán cruzar la frontera diariamente, un número que seguramente abrumará las instalaciones fronterizas que ya están llenas.
De hecho se diseñaron tres escenarios de planificación para activar los recursos que podrían ser necesarios: «el primero es en el que están las cifras actuales de arrestos, el segundo es hasta 12.000 y el tercero es hasta 18.000 personas por día», según un documento.
«La naturaleza y el alcance de la migración ha cambiado fundamentalmente», le confesó a la prensa un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.
El DSN estableció un «Centro de Coordinación de la Frontera Suroeste» para coordinar una respuesta a un aumento potencial entre las agencias federales.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, nombró en marzo a la administradora regional de la Región 3 de FEMA, MaryAnn Tierney, para dirigir el centro.
El fin de las restricciones pandémicas de la era Trump significaría un regreso a los protocolos tradicionales, que podrían incluir la liberación de migrantes en Estados Unidos, mientras realizan sus procedimientos de inmigración, la detención de migrantes o la expulsión si no tienen una solicitud de asilo.
Los migrantes que son liberados en Estados Unidos pueden inscribirse en programas alternativos a la detención para un seguimiento continuo.
Como parte de la planificación, el Departamento de Seguridad Nacional también está organizando contratos de transporte para trasladar a los migrantes detenidos en la frontera a la recepción, estableciendo instalaciones adicionales para el procesamiento y reforzando el personal en el terreno.
Es más, la administración ya comenzó a ofrecer vacunas contra el covid-19 a los migrantes que se encuentran en la frontera sur de Estados Unidos.
«Esto es lo que hacemos en el Departamento de Seguridad Nacional. Planificamos todo tipo de eventos de contingencia, ya sean de alta o baja probabilidad», apuntó otro funcionario del orgamismo.
La frontera entre Estados Unidos y México, explotada de personas
Se estima que entre 30.000 y 60.000 personas se encuentran en el norte de México esperando para cruzar la frontera sur de Estados Unidos, según le confió a la prensa un funcionario federal encargado de hacer cumplir la ley.
Las evaluaciones de inteligencia encontraron que las personas están en un modo de «esperar y ver» y tratando de determinar «cuándo tienen la mejor probabilidad de ingresar a Estados Unidos», explicó el funcionario, quien agregó algunos podrían intentar ingresar en cuestión de horas si se deroga la regla de los CDC.
«La Casa Blanca realizó reuniones interinstitucionales sobre la inteligencia y la situación en general. La clave es si (los migrantes) perciben si tienen una mayor probabilidad de tener éxito», puntualizó.
Se espera que los arrestos fronterizos pronto lleguen a 1 millón en total, meses antes del final del año fiscal, anticipó el jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Raúl Ortiz.
Entre los desafíos para los funcionarios está el cambio en la demografía que llega a la frontera sur de Estados Unidos.
Alrededor del 40% de los migrantes detenidos provienen de México y los países del Triángulo Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador.
«Creo que es importante que, dado que estamos lidiando con un mayor flujo en este momento, nos enfrentemos a esto tanto como podamos», concluyó Ortiz.
