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El ataque ruso a Kiev destruyó una fábrica de misiles

Rusia confirmó un ataque a Kiev con armas de «alta precisión» en plena visita del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, que destruyó las instalaciones de una fábrica de misiles guiados aire-aire, antitanque y dispositivos para aeronaves, mientras una emisora de radio financiada por Estados Unidos anunció que en el episodio murió Vera Gyrych, una de sus periodistas.

«Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia destruyeron con armas de alta precisión de largo alcance aire-tierra los talleres de la empresa espacial Artem en la capital ucraniana», indicó hoy el Ministerio ruso de Defensa, consignó la agencia de noticias rusa Sputnik.

Konashenkov mencionó además ataques con misiles navales Kalibr a las subestaciones eléctricas de los centros ferroviarios de Fastov, Krasnoselka y Polonnoye, y otros, con misiles aire-tierra, a una decena de puntos de concentración de tropas y material bélico y a un depósito de municiones cerca de Ilichevka.

En ese contexto, una productora ucraniana de Radio Free Europe/Radio Liberty murió en el bombardeo, informó el medio de comunicación en un comunicado difundido este viernes.

«La periodista y productora Vera Gyrych murió tras el ataque de un misil sobre el edificio en el que vivía. El bombardeo fue el 28 de abril», señaló la filial ucraniana de la organización.

Gyrych comenzó a trabajar en la oficina de Kiev de Radio Liberty a principios de 2018 después de haber desarrollado su carrera en medios ucranianos.

Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) al menos siete reporteros murieron en Ucrania desde que Rusia lanzó la invasión el 24 de febrero pasado.

Radio Free Europe/Radio Liberty es una organización de radiodifusión financiada por el gobierno de Estados Unidos que transmite noticias, información y análisis a países de Europa del Este, Asia Central y Medio Oriente.

El ataque de ayer es el primero que se lleva a cabo desde mediados de abril en Kiev y se produjo mientras el jefe de la ONU visitaba Bucha y otras ciudades ucranianas en la periferia de la capital, consignó la agencia de noticias AFP.

Máxima tensión

«Ataques con misiles en el centro de Kiev durante la visita oficial de Antonio Guterres», escribió en Twitter el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliaki.

«En la tarde, el enemigo disparó contra Kiev, dos ataques sobre el distrito de Chevchenkovsky», confirmó el alcalde Vitali Klitschko, quien agregó que «las informaciones en cuanto a las víctimas están siendo esclarecidas».

Guterres llegó a Ucrania y primero visitó Bucha e Irpin, en las afueras de Kiev, donde se hallaron cuerpos de civiles asesinados luego de la retirada de fuerzas rusas que las ocuparon.

Más tarde se reunió con el presidente Volodímir Zelenski. «Estoy aquí para decirles a usted, señor presidente y al pueblo de Ucrania: no nos rendiremos», afirmó Guterres en conferencia de prensa.

Asimismo, el portugués reconoció que el Consejo de Seguridad de la ONU «no hizo todo lo que estaba a su alcance para evitar el conflicto», lo cual representa «una fuente de gran desilusión, frustración e ira», según consignó la agencia de noticias Europa Press.

«Muchos líderes hicieron muchos buenos esfuerzos para detener la lucha, aunque estos, hasta ahora, no tuvieron éxito», sostuvo Guterres.

En Bucha, Guterres inspeccionó fosas comunes e instó a Moscú a cooperar con la investigación internacional sobre presuntas atrocidades cometidas en Ucrania que lleva adelante la Corte Penal Internacional (CPI), único tribunal internacional que juzga a individuos por crímenes de guerra, contra la humanidad o genocidio.

«Cuando vemos este lugar horrible, entiendo cuán importante es tener una investigación completa y establecer las responsabilidades. Insto a Rusia a cooperar con la CPI», sentenció.

Continúa la ofensiva rusa en este y sur de Ucrania 

Rusia continuaba este viernes su ofensiva en las regiones este y sur de Ucrania un día después de un bombardeo a la capital, Kiev, mientras se aguarda una «operación» de evacuación de civiles atrapados en la acería de Azovstal sitiada por las fuerzas rusas en Mariúpol.

«Una operación destinada a evacuar civiles de la fábrica está prevista hoy», indicó esta mañana la presidencia de Uucrania en un comunicado.

Cientos de militares y civiles ucranianos, entre ellos decenas de niños, están bloqueados según Kiev en la planta industrial, de unos 4 kilómetros cuadrados de superficie, junto a los últimos combatientes que resisten a las fuerzas rusas en el estratégico puerto.

La alcaldía estima en al menos 20.000 muertos el balance de los combates en Mariúpol, ciudad portuaria que da al mar de Azov y uno de los objetivos principales de la invasión rusa, que hoy entró en su día 65.

«El enemigo intensifica su ofensiva. Los ocupantes efectúan bombardeos prácticamente en todas las direcciones, con una actividad particularmente intensa en las regiones de Járkov (noreste) y del Donbass», señaló el Estado Mayor ucraniano.

Según este mando, el ejército ruso trata de impedir el traslado de las fuerzas ucranianas del norte hacia el este.

El gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, indicó en Telegram que cinco personas murieron en bombardeos en la ciudad y su región, pero señaló que las tropas rusas que intentan avanzar desde la cercana Izium sufrieron «fuertes pérdidas y fueron forzadas a retirarse».

En el Donbass, la región minera esteña donde Kiev combate desde 2014 a separatistas prorrusos sin haber cumplido jamás sus compromisos en dos acuerdos de paz frustrados, «la situación es muy difícil», manifestó a la agencia de noticias AFP Andriy Pankov, jefe de la región administrativa de Kramatorsk.

Según el funcionario, «casi la mitad del territorio municipal está ocupado por tanques y columnas rusas procedentes de Izium».

«El enemigo ruso continúa realizando operaciones ofensivas en la Zona Operacional del Este para derrotar a las Fuerzas Conjuntas, establecer el control total sobre el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener la ruta terrestre con la Crimea ocupada», afirmó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania vía Facebook.

En Jersón, la única ciudad de importancia tomada por los rusos desde el inicio de la invasión, la nueva administración anunció ayer que introducirá el rublo como divisa en vez de la grivna local a partir del domingo próximo.

Un consejero de la presidencia ucraniana dejó entender que podrían atacar objetivos militares en Rusia. «Ucrania se defenderá por todos los medios, incluido con ataques en almacenes y bases de asesinos rusos», subrayó el asesor Mijail Podoliak.

Ataque con morteros en un puesto fronterizo en Kursk

Un puesto de control fronterizo en la provincia rusa de Kursk, limítrofe con Ucrania, fue atacado hoy con morteros, declaró el gobernador de la región, Román Starovoit.

«La mañana en el distrito fronterizo de Rilsk no fue tranquila. Alrededor de las 8 (la 1 en Miami), un ataque con morteros fue lanzado contra el puesto de control en la localidad de Krupets», publicó Starovoit en su canal de Telegram.

El gobernador señaló que los guardafronteras lograron repeler el ataque, reseñaron las agencias de noticias Sputnik y Europa Press.

Starovoit apuntó, además, que los disparos no causaron daños personales ni materiales. «Los puntos de disparo han sido suprimidos por nuestra Guardia Fronteriza y nuestro Ejército. No ha habido víctimas o destrucción (en territorio ruso)», puntualizó el gobernador.

El 24 de febrero pasado Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú reconoció como Estados independientes.

El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos provincias -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.

Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodímir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.