El aspirante a la presidencia de Ecuador por el movimiento Unión por la Esperanza, Andrés Arauz, viajó a México después de la primera vuelta para pedir instrucciones a su mentor político, el exmandatario Rafael Correa.
Según la Policía de Migración, Arauz partió desde Quito a Ciudad de México el 12 de febrero en un viaje que mantuvo en reserva. Correa, asilado voluntariamente en Bélgica, había dicho en Twitter un día antes que se encontraba en suelo mexicano “dando conferencias”.
El encuentro está rodeado de misterio. Para empezar la oficina de prensa de la campaña nunca informó sobre el viaje. Por su parte, Correa dictó tres “clases magistrales” en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el mes de enero, pero sus anfitriones explicaron que el conferencista participaba de manera remota (vía Zoom).
Los tres actos académicos se realizaron el 13, el 21 y el 28 de enero y fueron auspiciados por la Facultad de Ciencias Políticas y la Facultad de Economía. En redes sociales y en círculos políticos se hacían conjeturas sobre el paradero de Correa, sobre todo porque en México viven algunos de sus principales acólitos como el varias veces ministro Ricardo Patiño y la expresidenta de la Asamblea Nacional Gabriela Rivadeneira. Ambos están prófugos de la justicia ecuatoriana por actos de corrupción. Las dudas fueron despejadas el mismo 13 de febrero por su hermano Fabricio Correa cuando informó en Twitter que el expresidente estaba en México “con Patiño dirigiendo la campaña de Arauz desde allá”.
No se conocen detalles del encuentro entre Arauz y la cúpula populista en el autoexilio, pero el lunes 15 el aspirante viajó a Nueva York desde Ciudad de México para cumplir una breve agenda de tres días en Estados Unidos y que incluye una visita al Fondo Monetario Internacional. Allí deberá reunirse el miércoles 17 con el Director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner. Arauz ya ha anticipado que no es partidario de honrar los compromisos de deuda. En cambio, Werner, un defensor de la rigurosidad fiscal, dijo la semana pasada que los términos de los acuerdos crediticios con los países se pueden revisar siempre y cuando exista una propuesta sostenible y seria. La gira por EE. UU. tampoco fue informada de manera formal, sino que se filtró en redes.
Arauz remató en primer lugar de la elección del 7 de febrero, pero su porcentaje de votos es el más bajo del correísmo de las últimas cuatro elecciones. Su candidatura está salpicada de escándalos que van desde una inscripción plagada de irregularidades hasta una investigación de las Fiscalías de Ecuador y Colombia por un supuesto aporte económico no autorizado del Ejército de Liberación Nacional. Si se comprueba que Arauz recibió dinero de la guerrilla colombiana será descalificado, según lo dispuesto en el Código de la Democracia.
De hecho, el mismo día que Arauz aterrizaba en México, el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, visitaba a su colega ecuatoriana para entregar formalmente la información encontrada en los dispositivos encontrados en poder de alias “Uriel” exjefe del ELN fallecido en octubre pasado. La fiscal ecuatoriana Diana Salazar había solicitado el 4 de febrero a Colombia un trabajo coordinado.
Los encuestadores y politólogos atribuyen el voto de Arauz en primera vuelta a la intervención directa de Correa en la campaña. Pese a ser un prófugo de la justicia con una sentencia por cohecho y una segunda sentencia pendiente por secuestro, Correa aún conserva una alta popularidad debido al estilo clientelar que lo mantuvo una década en el poder. Si Correa regresa a Ecuador será detenido, pero aparece en casi todos los afiches de campaña y Arauz recorre el país con una imagen de cartón de su líder en tamaño natural.
Según el registro migratorio de la Policía, el binomio vicepresidencial Carlos Rabascall también viajó a México, pero lo hizo un día antes. Rabascall fue el entrevistador principal en los programas de opinión del canal de televisión pública durante el correísmo. Arauz, un desconocido de la escena política, fue un directivo del Banco Central y ocupó fugazmente los ministerios de Cultura y de Talento Humano.
La mayoría de las analistas coinciden en que Arauz tiene una marcada desventaja de cara a la segunda vuelta en vista que dos de cada tres ecuatorianos votaron en contra de la tesis correísta. Ha rehuido a debates y entrevistas y se lo señala como un candidato poco carismático y escasamente comunicativo.
El balotaje está programado para el 11 de abril y deberá enfrentarse al líder indígena Yaku Pérez o al exbanquero y filántropo Guillermo Lasso. Según el conteo oficial, Lasso remató en segundo lugar, pero se hará un reconteo en algunos recintos a petición de Pérez.