Payton Gendron, el supremacista blanco de 18 años acusado de matar el último sábado a 10 afroamericanos en el supermercado Tops Friendly Markets de ciudad estadounidense de Buffalo, compareció ante la Justicia, que decretó su prisión preventiva mientras instruye la investigación.
Vestido con el uniforme naranja de los presos estadounidenses y barbijo, Gendron permaneció en silencio ante el juez Craig Hannah del tribunal de Buffalo, una ciudad del estado de Nueva York.
«El acusado seguirá detenido», afirmó el fiscal del distrito del condado de Erie, John Flynn, en un comunicado difundido por la agencia de noticias AFP. La próxima audiencia tendrá lugar el 9 de junio.
Una miembro de la audiencia gritó «¡Payton, eres un cobarde!» cuando éste salía esposado, según un video subido a la página web del canal de noticias local WGRZ.
Gendron está acusado de matar a diez personas y herir a otras tres durante un tiroteo en un supermercado de Buffalo el sábado, en una de las peores matanzas racistas de la historia reciente de Estados Unidos, corroído, según el presidente Joe Biden, por el «veneno» supremacista.
Con chaleco antibalas, casco y armado con un rifle de asalto AR-15, el joven, que en un manifiesto de 180 páginas colgado en redes sociales se declara «fascista», «racista» y «antisemita», retransmitió en directo su ataque, que habría preparado cuidadosamente durante meses.
Las publicaciones en línea que hizo Gendron en la aplicación de chat Discord muestran que eligió ese supermercado en ese vecindario porque su población es mayoritariamente negra.
El código postal de la tienda, 14208, es un 78% negro, según la Encuesta de Comunidad Estadounidense de 2020 de la Oficina del Censo.
El joven se declaró inocente de la acusación de asesinato en primer grado. Las autoridades están barajando la posibilidad de acusarlo también de delito de odio y terrorismo.
La masacre en primera persona
Cuando Jerome Bridges escuchó los primeros disparos encerrró en la sala de descanso de la tienda a algunos de sus compañeros de trabajo y clientes para ponerlos a salvo del tiroteo.
«Todo lo que escuchabas eran disparos, disparos constantes: disparos, disparos y disparos», recordó Bridges, quien es coordinador de escaneo en Tops Friendly Markets.
«Las personas se dispersaban por el lugar. Gritaban, lloraban, hablaban: ‘Hay un atacante en la tienda’ se decían unos a otros», añadió en diálogo con CNN.
Bridges trató de que las personas permanecieran en silencio porque los disparos se acercaban a los mostradores de comida que estaban cerca de ellos.
«Solo quería asegurarme de mantener a los clientes y a mis otros tres compañeros de trabajo muy seguros. Entonces, incluso si me hubiera muerto, habría sido, ya sabes, morir protegiéndolos», destacó.
Esconderse en una nevera para leche
Una familia negra de tres quedó separada por cerca de 20 minutos durante el tiroteo masivo: Lamont Thomas y su hija Londin, de 8 años, buscaban mezcla de pastel para el cumpleaños de su madre, Julie Harwell, cuando oyeron los primeros disparos.
Harwell estaba en otro lugar del supermercado cuando se perpetró el tiroteo; Thomas y su hija siguieron a un empleado de la tienda hacia la sección de las neveras para leche y se escondieron allí mientras esperaban que los disparos terminaran.
«Y luego, cuando el atacante todavía estaba disparando, él intentó de hecho disparar a las neveras, pero las balas nunca penetraron», recordó Thomas. «Pudimos ver la leche a la que disparó… goteando», agregó.
Thomas protegió el cuerpo de su hija con el suyo -indicó- y le tapó la boca con la mano para que estuviera en silencio.
Londin, en tanto, contó que no tenía miedo por ella sino que estaba pensando en su madre, mientras su padre trataba de calmarla.
Al otro lado del supermercado, Harwell «ni siquiera podía procesar o pensar dos veces cuál sería mi próximo movimiento», recordó.
«Fue como el momento más aterrador de mi vida porque nunca pensé que algo así sucedería en Buffalo o en cualquier otro lugar. Sé que ocurre, pero creemos que nunca en nuestra ciudad», explicó.
En un punto, Harwell estaba a solo unos metros del atacante. «Ahí fue cuando todo se volvió real para mí, porque no sabía lo que estaba pasando hasta que lo vi. Fue surrealista», relató.
«Me molesta incluso acercarme tan solo un poco a donde sucedió porque me trae muchos recuerdos. Y ninguno lo quiero recordar. Ni el estado mental de paranoia o simplemente tener ansiedad ahora, y es simplemente difícil estar allí», concluyó.
Más medidas tras tiroteo en Buffalo
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, propuso un paquete de leyes sobre armas, así como otros cambios en el protocolo para aplicar la ley cuando una persona demuestra que puede ser un riesgo para sí misma o para los demás.
Hochul adelantó que firmaría un decreto que exige que la policía estatal presente una «orden de protección de riesgo extremo» bajo la ley de bandera roja cuando crea que un individuo es una amenaza para sí mismo o para otros.
El paquete de leyes apuntaría a cerrar los vacíos legales con respecto a los tipos específicos de armas que quedan fuera de las regulaciones actuales, incluidas las ocultas de alta potencia y aquellas que pueden modificarse para contener cargadores de alta capacidad, añadió.
La legislación propuesta solucionaría «solo uno de esos enormes vacíos por las que se puede conducir un camión», finalizó Hochul.