Cuba, Venezuela y Nicaragua mantuvieron, en La Habana, una reunión alternativa en el ámbito de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en rechazo a la decisión de Estados Unidos de marginarlos de la IX Cumbre de las Américas, que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California.
«Hoy recibimos en La Habana a los hermanos del Alba. Tenemos Cumbre de integración, de solidaridad, de cooperación. Cumbre humanista. Nuestra Cumbre», escribió en la red social Twitter el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
El mandatario destacó en otro mensaje el «gran desafío de forjar un destino común para naciones notablemente dispares en cuanto a tamaño, población y desarrollo. La región comprende, por fin, que en la unidad está el camino futuro de nuestros pueblos», puntualizó.
El Alba, un foro que nació en 2004 en respuesta al fallido proyecto de Washington para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), está integrada por Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, San Cristóbal y Nieves; Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, y Granada.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó anoche a la capital cubana, al igual que lo hizo su homólogo de Bolivia, Luis Alberto Arce, y los demás jefes de Estado del Caribe.
La cumbre larga luego de que Díaz-Canel confirmó que «en ningún caso» asistirá a la cita de Los Ángeles y tras semanas de tensión por la renuencia del Gobierno de Estados Unidos de invitar, como país anfitrión, a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la IX Cumbre de las Américas.
Para el politólogo cubano Rafael Hernández, la cumbre del Alba puede «dirigirse a convocar un espacio alternativo para debatir la agenda interamericana sin los Estados Unidos».
Hace solo cinco meses, los mandatarios del Alba reafirmaron en un encuentro anterior su compromiso con «la integración genuinamente latinoamericana y caribeña para enfrentar las pretensiones de dominación y hegemonía imperialista».
Voces a favor de Cuba, Venezuela y Nicaragua
Durante una visita a La Habana el 8 de mayo pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció insistir a su homólogo estadounidense que no excluyera a ninguna nación.
«Que cada país decida libremente si asiste o no a dicho encuentro», apuntó entonces el mandatario mexicano en un discurso en la Isla, en una postura de inclusión de todos los países que también expresaron Argentina y Chile.
Por su parte, Bolivia, Honduras, Guatemala y los países del Caribe fueron más allá: adelantaron que no concurrirán a la cumbre de Los Ángeles si Cuba, Venezuela y Nicaragua son excluidos.
En tal sentido, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tomó la misma decisión de abstenerse de acudir dos semanas atrás, mientras que Estados Unidos aseguró que bajo ningún concepto invitará a representantes de Venezuela.
Desde enero, el Gobierno de Joe Biden sostuvo que el «compromiso con la democracia» sería el factor para decidir quien sería invitado a la IX Cumbre de las Américas, a realizarse del 6 al 10 de junio.