El empleo en América Latina se recupera y la desocupación promedio alcanza ya los números previos a la pandemia de covid-19, según ha informado este jueves la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, el deterioro de las condiciones económicas globales, como la alza en los precios, el bajo crecimiento y la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania están limitando la recuperación de los ingresos de los trabajadores.
La tasa de desocupación regional bajó del 8,7% el primer trimestre de 2021 al 7,9% el primer trimestre de este año y regresó a niveles asimilables con el comienzo de la crisis sanitaria, indicó la organización en un comunicado, “pero el panorama laboral de la región, afectado también por los impactos de la guerra en Ucrania, puede complicarse con mayor informalidad y pobreza laboral”. Los mercados laborales de la región enfrentan un futuro complejo de manera que el 2022 se caracterizará por aumento de la desocupación, de la informalidad y del número de trabajadores pobres. Es decir, aquellos que, a pesar de tener un trabajo, ya sea formal o informal, no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
En 10 de 14 países incluidos por la OIT en su reporte, la tasa de ocupación en el primer trimestre de 2022 aún no había recuperado los valores registrados en igual período de 2019. Por otra parte, solo en tres de los 14 países la tasa de integración en el mercado laboral en el primer trimestre de 2022 había recuperado los niveles del primer trimestre de 2019. La OIT también encontró que entre 50% y 80% de las ocupaciones generadas durante la recuperación han sido en condiciones de informalidad.
Las reducciones más importantes en el desempleo entre el primer trimestre de 2021 y el mismo trimestre de este año se vieron en Argentina, Brasil y Jamaica. Mientras tanto, en Costa Rica pasó de 11,3% a 13,6%; en Paraguay fue de 6,9% a 8,5%; y en Chile de 7,2% a 7,8%. En México no hubo cambio en un año, con una tasa de 3,5%.
En rueda de prensa virtual, la directora regional de la OIT para América Latina, Claudia Coenjaerts advirtió: “La recuperación de las tasas regionales es una noticia positiva después del impacto devastador que tuvo la covid-19″. Sin embargo, “una mayor informalidad y un aumento en el número de trabajadores pobres, se están configurando como grandes desafíos para los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe en 2022″, aseguró Coenjaerts.
El 50% de la economía latinoamericana opera en la informalidad, informó la organización. Esta tasa es mucho mayor, de 63%, entre los jóvenes, los cuales padecen de los trabajos peores pagados y en condiciones más precarias. “Si miramos en la tasa de desocupación en el caso de los jóvenes, bajó respecto de los valores máximos que teníamos por allá del 2019 antes de la pandemia”, dijo en conferencia de prensa Roxana Maurizio, economista laboral de la Oficina Regional de OIT y autora del informe publicado el jueves.
“Cuando miramos la evolución de estos indicadores laborales e incorporamos la dimensión monetaria, la dimensión de los ingresos y la de desigualdad también aparecen tendencias importantes”, dijo Maurizio. La recuperación del empleo implicó también recuperación del total de los ingresos provenientes del trabajo, y no de programas de asistencia social o remesas, por ejemplo. “Sin embargo, cuando comparamos la situación actual con la que observábamos hacia fines del 2019, en gran parte de los países, este total de ingresos familiares no ha recuperado plenamente lo perdido y por lo tanto están todavía por debajo”, agregó Maurizio.
El porcentaje de hogares que no tienen ingresos laborales todavía a comienzos de este año superaba lo observado pre pandemia, informó la OIT. “Esta es claramente una preocupación importante a nivel mundial así como a nivel regional y tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los ingresos laborales de la mano de la aceleración inflacionaria”, apuntó Maurizio. Se estima que la inflación promedio en la región latinoamericana el año pasado fue de 9,8%, y pudiera ser más alta este año.