La puerta de la Alianza Atlántica está abierta a Ucrania y a todas las democracias europeas que quieran adherirse a la organización militar, ha reiterado hoy en Bruselas su secretario general, Jens Stoltenberg, apenas una hora después de que el presidente de este país, Volodímir Zelenski, anunciara que ha solicitado ser admitido en la OTAN por procedimiento de urgencia. En estos momentos, sin embargo, los aliados están volcados en ayudar a Kyiv a defenderse de la agresión rusa, un objetivo que se mantiene intacto a pesar del intento de Rusia de anexionarse un 15% del territorio ucraniano.
«Todas las democracias europeas tienen derecho a solicitar la adhesión» en la organización, peticiones sobre las que los aliados deben decidir por unanimidad, ha recordado Soltenberg. «Hemos dicho que la puerta de la OTAN sigue abierta y lo hemos demostrado», «cuando se reunieron en Madrid los aliados dijeron claramente que apoyamos el derecho de Ucrania a elegir su propio camino y los acuerdos de seguridad en los que quiere participar». Pero «nuestro foco ahora mismo -ha añadido Stoltenberg- está en dar apoyo inmediato a Ucrania para que pueda defenderse de esta brutal agresión. Ese es nuestro objetivo principal ahora mismo».
Al igual que la Unión Europea, la OTAN ha emitido un duro comunicado de condena tras la proclamación del presidente Vladímir Putin de cuatro de los territorios ocupados en Ucrania como parte de Rusia, una maniobra que califican de «desesperada» y una muestra de «debilidad», más que de fuerza por parte del Kremlin. «Los países aliados no reconocen ni reconocerán» el resultado de los «simulacros de referendos» para «tomar ilegalmente y a punta de pistola» el mayor territorio del continente europeo desde la segunda guerra mundial. «Estos territorios son Ucrania. Donetsk es Ucrania, Lugansk es Ucrania, Jersón es Ucrania, Zaporiyia es Ucrania, al igual que Crimea es Ucrania», ha subrayado Stoltenberg en una breve comparecencia ante la prensa.
El otro mensaje clave lanzado por el secretario general es que ninguna de las decisiones anunciadas hoy por Rusia cambia en absoluto la naturaleza del conflicto ni la determinación de la OTAN de ayudar a Kyiv a ejercer su derecho a defender su soberanía e integridad territorial, por mucho que Moscú amenace con considerar una declaración de guerra y sugiera que podría recurrir a las armas nucleares si el ejército ucraniano trata de recuperar parte de las regiones «anexionadas». «Ese intento de anexión no cambia la naturaleza del conflicto. Si aceptamos que la anexión rusa y el ruido de sables nuclear mine nuestra voluntad de apoyar a Ucrania estaríamos aceptando el chantaje nuclear. Aceptaríamos que, amenazando con usar armas nucleares, Putin puede conseguir lo que quiera. Rusia debe entender que no debe ir hacia una guerra nuclear, se le ha comunicado claramente que si lo hace tendrá severas consecuencias para Rusia». En definitiva, para la OTAN, Ucrania «puede continuar sus esfuerzos para liberar más territorios».
El tono de Stoltenberg ha sido grave, a la altura del giro que ha dado la guerra de Ucrania en los últimos días. «Nos encontramos ante la escalada más seria del conflicto desde que comenzó la invasión», ha admitido Stoltenberg citando la movilización en Rusia de cientos de miles de efectivos, la «irresponsable retórica nuclear» empleada por Putin en los últimos días y la decisión, hoy, de proclamar la anexión de parte del país vecino, un territorio que tiene un tamaño similar al de Portugal. «El objetivo de Putin con todo esto es que dejemos de apoyar a Ucrania pero no lo va a conseguir», ha aseverado el secretario general aliado.
Y con un lenguaje especialmente claro y didáctico, Stoltenberg ha tratado de explicar a la opinión pública europea lo relevante que es para su propio futuro la guerra de Ucrania. «Si dejamos que Putin gane, será una catástrofe para Ucrania, porque dejará de existir como país soberano, pero también para nosotros. No hacer nada [en lugar de apoyar militarmente a Ucrania] es un gran riesgo para nosotros porque creará un mundo en el que Putin verá que puede usar la fuerza con total impunidad» y esto llevará a «un mundo más peligroso para todos».
Fuente: La Vanguardia