Alemania se ceba con el peor Lewandowski

Robert Lewandowski vivió una tarde de sensaciones opuestas en su vuelta al Allianz Arena. Después de ser recibido por la afición del Bayern con aplausos después de ocho años vistiendo la indumentaria del campeón alemán, el polaco vio cómo su equipo cayó derrotado ante los bávaros, también porque él no anduvo del todo fino de cara a la portería. De ahí que, al ser preguntado a su salida del estadio por cómo había sido su vuelta, dijera: “No fue del todo fácil hoy”.

Evidentemente, los responsables del Bayern se mostraron más contentos tras el regreso de Lewy a la que fue su casa e, incluso, bromearon cariñosamente con la actuación del kíller. El presidente Herbert Hainer, por ejemplo, respondió de esta manera a la pregunta de un periodista alemán sobre el regreso de Lewandowski al Allianz. “Se nota que aún guarda al Bayern en su corazón”, dijo entre risas sobre las ocasiones que no fue capaz de materializar Lewy durante los 90 minutos previos.

Oliver Kahn, CEO del club alemán, también fue consciente de que la falta de puntería del atacante en Múnich no fue algo usual en él. “Acabo de hablar con él. Las dos o tres ocasiones realmente buenas que tuvo las suele meter”, fueron las palabras del ex guardameta después del pitido final que cerró la victoria por 2-0 del Bayern ante el Barcelona. El técnico Julian Nagelsmann añadio sobre el recibimiento por parte de la afición: “A antiguos empleados siempre hay que recibirlos con aprecio”.

Los medios alemanes también se centraron en la figura del polaco en sus análisis. El diario Bild, por ejemplo, escribió: “Regreso accidentado de Lewandowski. El Bayern sabía cómo funcionaban las cosas con Robert Lewandowski. Ahora, también son conscientes de qué hay que hacer contra él. Se impone el Bayern en su feudo al Barcelona y desarma a la estrella en su regreso a Múnich”. La web deportiva Sport1 concluyó: “el goleador del Barcelona se presentó inusualmente negligente de cara a portería”.

Sus peores registros de finalización

Comparecía Xavi tras el partido contrariado. Decía ser “honesto” al explicar que su equipo había merecido más por controlar el partido durante todo el primer tiempo y gozar de ocasiones de alto rango de de concreción. De las que no se suelen fallar. Gavi tuvo algunas, pero Lewandowski se llevó la palma en lo que duranto ocho años fue su pradera preferida para salir de caza. En el Allianz no se lo creían y los datos son claros. El valor de finalización del Barcelona fue el peor de toda la temporada. Cerró el partido con un -2,03 con 16 finalizaciones realizadas, solo el Liverpool, con 22, y el Bayer Leverkusen, con 17, tiraron más en la jornada de Champions del martes. Es decir, el Barcelona debió marcar al menos dos goles más de los que hizo por las ocaciones que tuvo, según los datos de Olocip. No marcó ninguno. Por el contrario, el Bayern hizo dos goles y su valor de finalización fue de +0,63. Los bávaros hicieron dos tantos, pero por las ocasiones que generaron, prácticamente, no debieron haber marcado ninguno.

Y las miradas se centran en Lewandowski. Y con razón. El polaco tuvo más situaciones que nunca para marcar en un partido con la camiseta del Barcelona, hasta seis tiros, pero firmó un lamentable valor de finalización, el que más penalizó a su equipo en la jornada de Champions del martes, con un -0,81. Fue el tercer jugador que mejores situaciones de remate tuvo y el que peor las aprovechó. Lewandowski tiene en la Liga un valor de finalización de +1,88, casi de dos goles más de los esperados, demostrando que venía marcando más aún de lo que debiera por las ocasiones que ha tenido. Es algo que le ha convertido en uno de los mejores delanteros del mundo. Pero en el Allianz se despeñó. No fue él. En el triplete que le marcó al Plzen en la jornada anterior, Lewandowski, tuvo cinco situaciones para marcar y firmó un valor de finalización de +1,78. Hizo casi dos goles más de los esperados, lo que suele justificar la inversión en jugadores de este tipo y por lo que son reconocidos. Sin embargo, seguramente una noche de emociones y reencuentros le privaron al Barcelona de la mejor versión de su ariete. Las cámaras le siguieron en todo momento. Ya antes de empezar el partido fue ovacionado al salir a calentar por el público. Mientras los equipos esperaban para salir al campo, Lewandowski saludó uno por uno a todos sus excompañeros en el túnel, antes del pasamanos. Y, después, se le vio durante el partido cruzar miradas cómplices con algún compañero. Lewandowski es humano y ayer se comprobó.

Información: AS