HOBART, Australia — Un día después de que se encontraran 230 ballenas varadas en la remota costa occidental del estado insular australiano de Tasmania, sólo 35 seguían con vida a pesar de las labores de rescate que continuaban el jueves.
La mitad de la manada de ballenas piloto que encallaron en el puerto de Macquarie estaba con vida el miércoles, estimó el Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tasmania.
Pero el fuerte oleaje cobró varias vidas durante la noche, comentó Brendon Clark, director del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania.
“Ayer clasificamos a los animales como parte de la evaluación preliminar y hemos identificado a los que tenían más posibilidades de sobrevivir entre los aproximadamente 230 que encallaron. Hoy nos concentraremos en las operaciones de rescate y liberación”, dijo Clark a los periodistas en Strahan, una localidad cercana.
“Tenemos aproximadamente 35 animales que han sobrevivido en la playa… y esta mañana nos enfocaremos principalmente en el rescate y la liberación de esos animales”, añadió.
Las ballenas encallaron exactamente dos años después del mayor incidente de esta clase en la historia de Australia, el cual ocurrió en la misma zona.
El 21 de septiembre de 2020 se encontró a unas 470 ballenas piloto de aleta larga atascadas en bancos de arena. Luego de una semana de labores, se logró a rescatar a 111 ejemplares, pero el resto murió.
La entrada al puerto es un canal peligroso y poco profundo, conocido como Hell’s Gate (La puerta del infierno).
Linton Kringle, piscicultor de salmón en la zona, ayudó en las labores de rescate en 2020 y dijo que la nueva operación podría resultar más difícil.
“La última vez estaban en el puerto y es bastante tranquilo, y en cierto modo podíamos lidiar con ellas y llevar los barcos hasta ellas”, dijo Kringle.
“Pero en la playa, no se puede meter un barco allí, es demasiado movido, muy poco profundo. Creo que habría que intentar subirlas a un vehículo si no podemos sacarlas nadando”, explicó.