El municipio de Quetame, Cundinamarca, a 77 kilómetros de Bogotá, está de luto. En la madrugada del martes, una avalancha dejó al menos 14 personas muertas y varias más desaparecidas, según ha confirmado el gobernador del departamento, Nicolás García, que ha declarado la calamidad pública. Las fuertes lluvias generaron una creciente súbita de la quebrada Naranjal, que se desbordó y arrasó con más de veinte casas de un pequeño corregimiento del lugar.
El presidente Gustavo Petro lamentó la tragedia. “La muerte que llega a Quetame, Cundinamarca, demuestra la imperiosa necesidad de ordenar el territorio alrededor del agua y liberar sus espacios en los Planes POT [Plan de Ordenamiento Territorial] de los municipios. Alcaldes y alcaldesas deben priorizar este principio. Mi sentido pésame a las familias víctimas”, escribió el mandatario en sus redes sociales desde Bruselas, donde participa en la cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La avalancha, además, llegó hasta la carretera principal que comunica Bogotá con los llanos orientales y destruyó uno de los puentes principales. Hasta el momento, la vía permanece cerrada y los organismos de rescate buscan a las personas desaparecidas. El peaje quedó completamente destruido por las piedras y el lodo. La concesión de administración, operación y mantenimiento de la vía Bogotá-Villavicencio reportó en sus redes sociales que la vía permanece bloqueada. “Reportamos cierre total de la vía sin tiempo estimado de apertura, debido al desbordamiento de las quebradas Puerto Grande en Naranja”.
El alcalde de Quetame, Camilo Parrado, detalló en una entrevista con W Radio que varios de los damnificados alcanzaron a salir con vida de sus viviendas y permanecerán en un albergue de paso en el municipio. El alcalde dijo que el Gobierno nacional no tiene “presencia contundente” en el municipio para prevenir y solucionar los problemas de lluvias y derrumbes que se presentan con mucha frecuencia en esa región. “Hay familias que hasta perdieron tres de sus miembros; en una de ellas fallecieron la mamá y dos hijos”.
Fuente: EL PAÍS