El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le explicó a los norteamericanos su nuevo plan de inversión social, que se redujo de 4 a 1,75 billones de dólares ante la imposibilidad de lograr el apoyo de muchos congresistas de su propio partido, y admitió que no era al que aspiraba.
«Después de meses de duras y meditadas negociaciones, creo que tenemos un histórico, sé que tenemos un marco económico histórico. Es un marco que creará millones de puestos de trabajo, hará crecer la economía, invertirá en nuestra nación y nuestra gente, convertirá la crisis climática en una oportunidad, y nos pondrá en el camino no solo para competir sino para ganar la competencia económica para el siglo XXI contra China y todos los demás países importantes del mundo», resumió Biden en su discurso.
«Durante mucho tiempo he dicho que el compromiso y el consenso son la única manera de hacer grandes cosas en una democracia, cosas importantes para el país. Sé que es difícil. Sé lo profundamente que se sienten por las cosas por las que luchan. Pero este marco incluye inversiones históricas en nuestra nación y en nuestra gente», agregó el mandatario.
Y continuó: «Nadie consiguió todo lo que quería, incluyéndome a mí, pero eso es el compromiso. Eso es consenso. Y eso es lo que prometí que buscaría durante mi campaña», puntualizó.
«Estos proyectos de ley continúan recortando impuestos para la clase media, para el cuidado infantil, para el cuidado de la salud, mucho más. Permítanme terminar con esto. Durante demasiado tiempo, los trabajadores en la clase media de este país han sido dejados fuera del pacto estadounidense. Es hora de traerlos de vuelta», reiteró el mandatario.
Biden defendió sus proyectos de ley de infraestructura y gastos y consideró que ayudarán a Estados Unidos a recuperar su posición como líder mundial y competir en el siglo XXI. «Se trata de competitividad versus complacencia», enfatizó, aunque su programa, que se detalla a continuación, siga generando dudas y se enfrente a un destino incierto en el Congreso.
Medidas para la infancia y el cuidado de los niños
. Introducir el preescolar gratuito y universal para todos los niños de 3 y 4 años, lo que supone la mayor expansión de la educación pública en 100 años, según la Casa Blanca. Incluiría financiación durante seis años.
. Ampliar el acceso a la atención médica pediátrica de alta calidad y asequible a unos 20 millones de niños al año, con financiación para seis años.
. Mejorar permanentemente la cobertura de Medicaid para los servicios de atención domiciliaria para personas mayores y discapacitadas, lo que supondría la inversión más transformadora en el acceso a la atención domiciliaria en 40 años, según la Casa Blanca.
. Ampliar el crédito fiscal mejorado para ayuda de los niños que se incluyó en el Plan de Rescate Americano y proporcionar a más de 35 millones de hogares con hasta US$ 3.600 -o US$ 300 al mes- en recortes fiscales por hijo.
Combatir la crisis climática
. La mayor parte del proyecto se centra en el clima e incluiría la mayor inversión legislativa en la lucha contra el cambio climático de la historia de EE.UU., según la Casa Blanca. Funcionarios afirman que el proyecto que va a presentar Biden pondrá al país en la senda del objetivo del Acuerdo de París: una reducción del 50-52% de las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de los niveles de 2005 para finales de la década.
. US$ 320.000 millones para créditos fiscales a las energías limpias. Esto incluye créditos fiscales ampliados durante 10 años para la energía limpia a escala de servicios públicos y residencial, así como la transmisión y el almacenamiento, los vehículos limpios de pasajeros y comerciales y la fabricación de energía limpia.
. US$ 105.000 millones para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos, a la contaminación en las comunidades y a la creación de un Cuerpo Civil del Clima para conservar los terrenos públicos y reforzar la resistencia de las comunidades.
. US$ 110.000 millones en inversiones e incentivos para la tecnología, la fabricación y las cadenas de suministro de energías limpias.
. US$ 20.000 millones para incentivar la compra de tecnologías de nueva generación por parte del gobierno, incluyendo materiales de construcción no contaminantes.
Atención sanitaria
. Reducir las cuotas para 9 millones de estadounidenses que compran un seguro a través de la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
. Cerrar la brecha de cobertura de Medicaid y ofrecer cobertura sanitaria a través de los créditos fiscales para primas de la Ley de Cuidado de Salud Asequible a determinados estadounidenses sin seguro.
. Ampliar la cobertura de Medicare para incluir los servicios de audición.
Reducir costos para la clase media
. US$ 150.000 millones para ampliar el acceso a la vivienda asequible. El plan permitiría la construcción, rehabilitación y mejora de más de un millón de viviendas asequibles.
. Ampliar el Crédito Fiscal por Ingreso del Trabajo para unos 17 millones de trabajadores con salarios bajos.
. Aumentar la beca Pell máxima en US$ 550 para más de 5 millones de estudiantes matriculados en universidades públicas y privadas sin ánimo de lucro y ampliar el acceso a los «dreamers».
. Ampliar las comidas escolares gratuitas a 8,7 millones de niños durante el año escolar, así como proporcionar una prestación de US$ 65 por niño al mes a las familias de 29 millones de niños para que compren alimentos durante el verano.
Reformas fiscales
. El proyecto impondrá un impuesto mínimo del 15% sobre los beneficios de las empresas que declaren más de US$ 1.000 millones de beneficios a los accionistas. También incluye un recargo del 1% sobre las recompras de acciones de las empresas.
. El proyecto adoptará un impuesto mínimo del 15%, país por país, sobre los beneficios extranjeros de las empresas estadounidenses.
. Aplicará un nuevo recargo sobre impuestos a los ingresos de multimillonarios y billonarios: una tasa del 5% por encima de los ingresos de US$ 10 millones y un recargo adicional del 3% sobre los ingresos superiores a US$ 25 millones. La Casa Blanca subraya que a nadie que gane US$ 400.000 o menos se le subirían los impuestos.
. Contratar a agentes de Hacienda entrenados en perseguir a los evasores más ricos, modernizando la anticuada tecnología de Hacienda e invirtiendo en el servicio al contribuyente.