El presidente estadounidense, Joe Biden, consideró que su homólogo ruso, Vladimir Putin, «no puede permanecer en el poder», en un discurso que dio en Varsovia con el que cerró su visita de dos días a Polonia, vecina de Ucrania, donde se reunió además con refugiados y ministros de ese país.
«Rusia ha estrangulado la democracia y ha tratado de hacerlo en otros lugares, no solo en su patria. Bajo falsas afirmaciones de solidaridad étnica, invalidó a las naciones vecinas. Putin tiene el descaro de decir que está ‘desnazificando a Ucrania’. Es una mentira. Es simplemente cínico. Él lo sabe. Y también es obsceno», afirmó Biden.
«Por el amor de Dios: ese hombre no puede permanecer en el poder», disparó frente a la sorpresa de todos en un discurso que realizó en el castillo real de Varsovia, la capital polaca.
Poco después de esas declaraciones, un funcionario de la Casa Blanca aclaró que Biden no estaba incitando a un «cambio de régimen» en Rusia, sino refiriéndose a que se debía impedir que Putin «ejerciera cualquier poder sobre sus vecinos o en la región», informó la agencia AFP.
Días pasados, otros funcionarios estadounidenses rechazaron que buscaran la salida del mandatario del Kremlin.
«Para nosotros, no se trata de un cambio de régimen. El pueblo ruso tiene que decidir quién quiere que lo dirija», sostuvo a comienzos de marzo el secretario de Estado, Antony Blinken.
Biden le habló directamente al pueblo de Rusia, al que le dejó en claro que no es «el enemigo».
«Siempre les he hablado directa y honestamente a ustedes, el pueblo ruso. Permítanme decir esto si pueden escuchar: ustedes, el pueblo ruso, no son nuestro enemigo. Me niego a creer que acogen con beneplácito el asesinato de niños y abuelos inocentes o que aceptan que hospitales, escuelas, salas de maternidad sean golpeados con misiles y bombas rusas», expresó el jefe de la Casa Blanca.
Después, le advirtió directamente a Putin: «No se le ocurra avanzar una sola pulgada dentro del territorio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)».
Y aunque ratificó el compromiso de Washington en la defensa del bloque «con toda la fuerza del poder colectivo», volvió a dejar en claro que como Ucrania no integra la OTAN, las fuerzas estadounidenses «no están en Europa para entrar en conflicto con las fuerzas rusas».
Más temprano, interrogado por los periodistas sobre su opinión acerca de Putin, tras haber charlado con refugiados ucranianos en Polonia, Biden respondió: «Es un carnicero».
Y por el contrario, llamó «valientes» a las personas que huyeron de Ucrania, con las que habló y se sacó fotos, según informó la cadena CNN.
La respuesta rusa no tardó en llegar
El Kremlin calificó hoy de alarmantes los comentarios del presidente estadounidense Biden durante su reciente gira por Europa.
«Son declaraciones que generan alarma y continuamos siguiendo atentamente las declaraciones del presidente estadounidense», manifestó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Sobre esta línea, Peskov subrayó que un líder «debe mantener la calma», en referencia a los insultos de Biden a Putin, al tiempo que le hizo un fuerte recordatorio sobre su pasado al Jefe de la Casa Blanca.
«Después de todo, Biden es el hombre que una vez exigió, hablando en la televisión de su país, que se bombardeara Belgrado (actual capital de Serbia). Exactamente, bombardeos a Belgrado. Exigió matar a gente», resaltó el vocero de Putin.
Otros temas
Previamente, Biden se reunió en Varsovia con dos ministros de Ucrania, en el primer encuentro cara a cara entre representantes de ambos países desde el inicio de la guerra, y les prometió más ayuda económica, humanitaria y en seguridad.
El mandatario dialogó con los ministros de Exteriores y de Defensa de Ucrania, Dmytro Kuleba y Oleksiy Reznikov, respectivamente, en un encuentro en el que también participaron el secretario de Estado Blinken y el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
«Los secretarios Blinken y Austin prometieron continuar con su apoyo para cumplir las necesidades humanitarias, de seguridad y económicas mientras la invasión a gran escala del presidente Putin entra en su segundo mes», indicó un comunicado oficial del Departamento de Estado tras el encuentro.
Biden y sus asesores «conversaron sobre futuros esfuerzos para ayudar a Ucrania a defender su territorio», aseguró la Casa Blanca en otro texto.
Por su parte, Kuleba aseguró en un tuit que la reunión con esa amplia delegación de Estados Unidos permitirá «buscar soluciones prácticas en las esferas política y de defensa, para reforzar la capacidad de Ucrania de luchar contra la agresión de Rusia».
Tras ese encuentro, Biden visitó a su homólogo polaco Andrzej Duda, ante quien reafirmó que el artículo 5º del tratado de la OTAN -que estipula que el ataque contra un país miembro de la alianza es un ataque contra todo el pacto- constituye un «compromiso sagrado» para Estados Unidos.
«Pueden contar con eso (…) Por su libertad y por la nuestra», aseguró refiriéndose a la consigna usada durante el levantamiento polaco contra la ocupación de la Rusia zarista.
Biden también declaró que Putin «contaba con una OTAN dividida, pero ese quiebre no se produjo», consignó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, Duda sostuvo que las relaciones entre Polonia y Estados Unidos se verán «inmensamente fortalecidas» por la visita del presidente estadounidense.
¿Europa sin gas?
Rusia advirtió este lunes que no proporcionará gas»por caridad» a los países «hostiles» que no quieran pagarlo en rublos, en momentos en que el G7 reaccionó criticando que las exigencias de Moscú «no son aceptables».
El vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, reconoció que el proceso de suministro de gas es «muy complicado» e indicó que Moscú aún evalúa los detalles de este suministro tras revelar sus planes de exigir el pago por la materia prima en rublos para los países que impusieron sanciones en represalia a la invasión a Ucrania.
Si bien no adelantó posibles medidas contra los países que no quieran pagar en la moneda rusa, sí aseguró que Rusia «definitivamente» no proporcionará a Europa «gas gratis».
«Eso seguro», enfatizó, y de inmediato remarcó: «Es difícilmente posible comprometerse con la caridad», según la agencia de noticias rusa TASS.
El presidente ruso Putin ordenó cambiar la moneda de pago del gas la semana pasada, aunque garantizó que Rusia continuará suministrándolo de acuerdo con los volúmenes y los precios establecidos.
La amenaza de Moscú fue casi en simultáneo con la reacción de los países del G7 que consideraron el lunes que exigir el pago en rublos «no es aceptable».
«Todos los ministros del G7 acordaron que se trata de una violación unilateral y clara de los contratos existentes, lo que significa que un pago en rublos no es aceptable», reiteró el ministro de Economía alemán, Robert Habeck tras una reunión telemática con sus homólogos del G7.
«Creo que hay que interpretar esta demanda como el hecho de que Putin se encuentra entre la espada y la pared», agregó.
La matriz energética de Europa depende en un 40% de Rusia, por lo que hasta el momento la mayoría de los países se mostró contrario a aplicar un embargo al petróleo y gas ruso por la invasión a Ucrania como sí lo hizo Estados Unidos, país que solo importaba el 3%.