El presidente de Chile, Gabriel Boric, uno de los principales impulsores de la nueva Constitución y quien alcanzó su nivel más bajo de aprobación desde que asumió el 11 de marzo pasado, llamativamente se desmarcó del plebiscito de salida que se votará el 4 de septiembre próximo, tras aterrizar en el aeropuerto de Chacalluta, en Arica, en el inicio de su tercera gira regional.
«El mandato que yo le he dado a nuestros seremos de acá de la región de Arica, a los subsecretarios, a los directores de servicio, a nuestros ministros, es que tienen que hacer bien la pega y ojalá la aprobación del gobierno no nos confundamos en equipararla con el resultado del plebiscito», afirmó Boric luego de la reunión del consejo regional en la Universidad de Tarapacá.
«Porque la Constitución que podemos tener va a ser para los próximos 40 años y los gobiernos pasan cada 4 años. Nosotros nos comprometemos a dar lo mejor de nosotros para hacer bien la pega, pero la discusión respecto del proyecto constitucional va mucho más allá de lo que es este gobierno», agregó el mandatario, quien estuvo acompañado por el delegado presidencial, Ricardo Sanzana, y el gobernador Jorge Díaz, quien antes de que se iniciara la cita le obsequió una réplica de una momia Chinchorro.
Boric, quien anteriormente estuvo de gira en Coquimbo y Magallanes, también habló sobre las encuestas, tanto por el plebiscito de salida de la nueva Carta Magna como por su gestión de gobierno.
«Hace dos meses decían que estábamos bajando en las encuestas. A mí y en mi trayectoria, me ha tocado estar arriba y abajo. Por lo tanto, uno particularmente cuando está en el gobierno no puede dejar que la ansiedad por la encuesta semanal que copa un noticiario y los comentarios de quienes se dedican a opinar respecto a estos temas guíe la gestión. Tenemos que pensar en el largo plazo», enfatizó.
La realidad es que en los sondeos de las últimas semanas la opción Rechazo se impone -con holgura- sobre la alternativa Apruebo, algo que desató una ofensiva, principalmente desde la oposición, para que el Gobierno de Boric se abra a la posibilidad de asegurar un mecanismo para que el proceso constituyente continúe su curso si se cumplen esas proyecciones.
En el oficialismo, en tanto, la preocupación fue planteada en privado por las bancadas en un escenario en que algunos funcionarios, como el del Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, subrayaron que la aprobación del borrador constitucional es fundamental para poder aplicar el programa de gobierno.
Sin embargo, estos dichos fueron matizados por otros titulares, como la de Interior, Izkia Siches, y su par del Ministerio Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo, quien aseguró que en una entrevista con El Mercurio que «es evidente que en el escenario actual la situación no está resuelta, para nada».
El debate se trasladó al Congreso
La diputada Karol Cariola (PC) sostuvo: «Sería muy lamentable que producto de la evaluación coyuntural de un gobierno la ciudadanía finalmente pierda la oportunidad histórica de avanzar en un cambio profundo, estructural, que significa tener una nueva Constitución».
«Estos son debates que van por carriles distintos: una cosa es la aprobación del texto constitucional y lo que esto significa para el nuevo país que estamos construyendo, para avanzar en un país más justo, con más derechos sociales, y otra distinta son las coyunturas y encuestas que reflejan las posiciones del Gobierno. Tratar de vincular ambas cosas es un engaño a la ciudadanía», remarcó.
Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) consideró que los sondeos son «una fotografía limitada de la realidad social».
Finalmente, en el interior del oficialismo opinaron que ante el aumento del Rechazo «no sería bueno relacionar el éxito o fracaso del gobierno al resultado en el plebiscito».
«Podría ser un arma de doble filo atar el éxito de las reformas a un eventual triunfo del Apruebo, que hoy se ve más esquivo que al inicio del proceso constituyente», concluyeron.