El joven diputado de izquierda, Gabriel Boric, y su compañero de Cámara de ultraderecha, José Antonio Kast, asumieron esta recta final de la campaña al balotaje para definir al próximo presidente de Chile con un tono más moderado y cambios en sus discursos para atraer a los votantes de centro y, con suerte, también a algunos de los que no participaron en noviembre pasado.
En la primera vuelta, realizada el 21 de noviembre, Kast obtuvo el 27,91% de los votos, seguido por Boric, con el 25,83%, en unos comicios que una participación de apenas el 47,34%, menor a la registrada en el plebiscito de 2020 (50,9%). Ninguno estuvo cerca de la mayoría absoluta que pide la Constitución, y por lo tanto quedaron seleccionados para una segunda vuelta.
De ahí que los dos modificaron sus estrategias y posturas. Estos giros incluso se convirtieron en insumos para los ataques de este punto álgido de la campaña: Kast, de 55 años, acusó a su rival de cambiar sus posiciones políticas e incluso dijo que «debería haber un debate entre el Boric de la primera vuelta y el Boric de la segunda vuelta para ver quien es quien».
Boric, de 35 años, retrucó con ironía en un debate cuando, recuperando una crítica que le había hecho uno de los periodistas a Kast por los cambios en su programa electoral, lanzó: «¿A quién le dicen el volteretas?».
Más allá de los discursos de unos y otros, en la primera vuelta un actor quebró esa polarización: el ahora excandidato del Partido de la Gente, Franco Parisi, quien obtuvo la tercera minoría con 899.230 votos, sin siquiera vivir en Chile, ya que desde hace muchos años reside en Estados Unidos.
El llamado «Factor Parisi» puede ser importante, aunque sin una consulta concreta a sus simpatizantes, su caudal electoral podría diluirse ya que «muchos de ellos no van a ir a votar».
En los últimos días, Parisi recibió a Kast en su programa virtual para que sus votantes pudieran conocer en profundidad las propuestas del candidato de ultraderecha.
Boric también fue invitado, pero decidió no asistir ya que Parisi está acusado no solo de no pagar pensiones de alimentos a sus hijos, sino que además su partido es investigado por presunta financiación ilegal.
En consecuencia, apostó a interpelar a esta tercera minoría directamente, sin la intermediación del excandidato.
Además de Kast y Boric, que fueron los más votados, hubo otros cinco candidatos que se presentaron en primera vuelta y cuyos votos están ahora en juego.
La pulseada la definirán los votantes del mencionado Parisi, del Partido de la Gente (12,80%); Sebastián Sichel, del Pacto Chile Vamos (12,78%); Yasna Provoste, del Partido Demócrata Cristiano (11,61%); Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista de Chile (7,60%); y Eduardo Artés, del Partido Unión Patriótica (1,47%).
Quedan muy pocos días y el pueblo chileno deberá elegir entre Kast, del reciente Partido Republicano de Chile, un simpatizante de Pinochet ligado a la extrema derecha; o Boric, del Pacto Apruebo Dignidad, un joven dirigente estudiantil ligado a la izquierda. Dos modelos de país completamente distintos.