El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que es «probable» que el ministro de Defensa, el general retirado Walter Braga Netto, sea su candidato a vice de cara a las elecciones del 2 de octubre próximo; en tanto que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en la encuestas, «defendió» la incorporación del conservador Geraldo Alckmin como su compañero de fórmula para ampliar la base de su electorado.
Sin citar directamente nombres, Bolsonaro reveló que su elegido como compañero de binomio es «un hombre del estado de Minas Gerais, miembro del gabinete y que estudió en el Colegio Militar», características que solo le caben a Braga Netto.
En diálogo con el multimedios de ultraderecha Jovem Pan, Bolsonaro confirmó que el vicepresidente Hamilton Mourao no será nuevamente su compañero de fórmula, porque será aspirante a senador por el estado de Rìo Grande do Sul.
«El elegido es de Minas Gerais y estudió en el Colegio Militar», insistió Bolsonaro al ser consultado sobre Braga Netto, quien fue interventor militar de la administración de Michel Temer en Río de Janeiro y, luego, jefe de gabinete del actual gobierno.
Braga Netto, uno de los principales nombres del generalato que acompaña al ex capitán Bolsonaro, es considerado por el mandatario como una persona que no tiene aspiraciones electorales que pueda socavarle poder, como ocurrió con Mourao, quien desde hace dos años no se habla directamente con el jefe del Estado.
Además, Bolsonaro busca repetir la misma fórmula exitosa de 2018, con el generalato retirado a su lado y sin políticos tradicionales.
Sin embargo, toda la llamada vieja política está encolumnada con Bolsonaro, como el bloque parlamentario conocido como «Centrao» al punto que el presidente se afilió al Partido Liberal (PL), hoy la fuerza más poderosa en la Cámara de Diputados.
Bolsonaro anticipó que el 31 de marzo comenzarán a renunciar los miembros del gabinete que se dediquen a presentarse a las elecciones para cumplir con la legislación.
«Mourao no será el vice porque tendrá nuestro apoyo para ser electo senador en Rio Grande do Sul. Debemos ahora tener un vice que no nos ayude apenas a ganar la elección sino a gobernar Brasil. Ganar la elección es menos difícil que gobernar, pero no quiero adelantar el nombre», apuntó.
Lula, el favorito
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en la encuestas, aseguró que, en caso ser elegido, «nacionalizará» los precios de los combustibles que están dolarizados por la gestión de Bolsonaro y defendió la incorporación del conservador Geraldo Alckmin como su compañero de fórmula para ampliar la base de su electorado.
En una entrevista con la radio Som Maior de la ciudad de Criciuma, estado sureño de Santa Catarina, el fundador del Partido de los Trabajadores reveló algunas de sus estrategias económicas y políticas, como la intervención en el mercado de combustibles y el acuerdo para ampliar su base electoral y de gobierno con una posible incorporación del ex gobernador paulista Alckmin como vice.
«Hay que nacionalizar los precios de los combustibles. Brasil se transformó en un país dependiente que aplica precios en dólares cuando todos los costos internos son en reales. Brasil renunció a su soberanía energética y está destruyendo a Petrobras, que se alejó del desarrollo y está buscando apenas la ganancia para los accionistas en la bolsa de Estados Unidos», sostuvo Lula.
El ex mandatario, quien debe ser proclamado candidato presidencial en abril por la convención nacional del PT, fustigó la política de liberalización de precios de los combustibles vinculados al mercado internacional, lo cual lo llevó a precios récord.
Por eso, desde inicios de este año, los brasileños cruzan en la zona fronteriza a ciudades argentinas como Puerto Iguazú, Santo Tomé, Paso de los Libres y Bernardo de Irigoyen para comprar nafta a la mitad de precio que en su país.
Por otra parte, Lula dio una fuerte señal para sellar un acuerdo con su ex rival Alckmin, quien en las próximas horas se afiliará al Partido Socialista Brasileño (PSB), que debe hacer una alianza federativa con el PT para lanzar la fórmula con Alckmin.
«Estoy convencido de que si podemos construir esa fórmula será un beneficio muy grande para Brasil y podremos hacer un gran gobierno si ganamos las elecciones. Vamos a ver si podemos construir ese entendimiento», remarcó Lula.
En la entrevista, el ex presidente brasileño indicó que, en caso de regresar al poder, no le cerrará las puertas a negociar con el grupo de derecha llamado Centrao, que actualmente le otorga la mayoría parlamentaria a Bolsonaro.
Lula además apuntó que la elección se encamina a una polarización con Bolsonaro. «Necesitamos sacar al fascismo para reconstruir al país. Será una eleccion muy polarizada, caliente, de mucha disputa. No quiero ser apenas un candidato del PT sino de un movimiento para reconstruir los valores democráticos y la economía de Brasil», sentenció el ex mandatario, que gobernó entre 2003 y 2010.