Legisladores brasileños le pedirán a la Procuraduría General de la República la apertura de una investigación sobre la compra de 35.000 comprimidos de viagra por parte del Ministerio de Defensa y también por la adquisición de 60 prótesis peneanas realizada por el Ejército.
El diputado Elias Vaz, del Partido Socialista Brasileño (PSB, centroizquierda), y el senador Jorge Kajurú, de la fuerza conservadora Podemos, irán a la Procuraduría y al Tribunal de Cuentas de la Unión con un pedido para que se esclarezcan los motivos de las dos compras.
Ambos legisladores no entienden porque el Ministerio de Defensa compró, y con presunto sobreprecio, más de 35.000 unidades de Viagra, una droga para tratar la disfunción eréctil, destinadas al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
«Necesitamos entender por qué el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro está gastando dinero público en viagra y en esa cantidad tan alta», sostuvo Vaz.
El diputado socialista señaló que esas operaciones -registradas en 2020 y 2021- figuran en el llamado Portal de la Transparencia, una plataforma digital del Gobierno en la que pueden ser controlados los gastos de todos los organismos públicos.
«Los hospitales de todo el país enfrentan con frecuencia falta de medicamentos, como insulina, para atender pacientes con enfermedades crónicas, y las Fuerzas Armadas reciben miles de píldoras de viagra. La sociedad merece una explicación», insistió.
Vaz aseguró que esas adquisiciones fueron realizadas durante la gestión como ministro de Defensa del general de la reserva del Ejército Walter Braga Netto, quien a fines del mes pasado dejó ese despacho para aspirar a un cargo electivo en los comicios que se celebrarán en octubre próximo.
De hecho Bolsonaro, quien aspira a la reelección en esos comicios, afirmó que hay «un 90 % de posibilidades de que Braga Netto sea su compañero de fórmula».
Pero el reclamo no finaliza con la compra de las píldoras de viagra sino que además abarca a la adquisición del Ejército de 60 prótesis peneanas por las que pagó 3,5 millones de reales (unos 750.000 dólares).
Según el Portal de Transparencia, administrado por el mismo Gobierno, en 2021 el Ejército
organizó tres subastas, en marzo, mayo y octubre, para la compra de las prótesis inflables.
Los productos fueron destinados al Hospital Militar del Área de San Pablo, en el estado de San Pablo, y al Hospital Militar del Área de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul.
De acuerdo con la denuncia de Vaz, citado por las agencias ANSA y AFP, el Ejecutivo pagó entre 50.000 y 60.000 reales (10.700 y 12.900 dólares) por cada prótesis de silicona, de entre 10 y 25 centímetros.
La cartera de Defensa informó que no se manifestará sobre el tema, porque el Ejército tiene «autonomía» para usar los recursos que le asigna el Gobierno.
«El pueblo brasileño sufre para conseguir medicamentos en unidades de salud y un grupo es atendido con prótesis carísimas», protestó Vaz, quien prometió llevar el caso al Ministerio Público Federal junto al senador Kajuru.
