Brasil y Uruguay, completamente decididos, y Paraguay, en menor medida, aspiran a «modernizar» el Mercado Común del Sur (Mercosur) con una apertura de tratados de comercio con otros países fuera del bloque; mientras que Argentina, para no perder competitividad, se opone rotundamente a esta iniciativa.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos França, y Argentina, Santiago Cafiero, conversaron sobre la «modernización» del Mercosur, luego de que el ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, advirtiera que los que diverjan de este proceso deberían abandonar el bloque.
También en el momento en que Uruguay y China dieron el primer paso para lo que podría ser un futuro Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, algo que actualmente no está permitido por las reglas del Mercosur.
La modernización a la que aludió el ministro brasileño pasa por una posible reducción de los aranceles externos del Mercosur y permitir a los Estados miembros negociar acuerdos con otros países o plataformas de integración en forma individual y no conjunta, como hasta ahora lo imponen las normas internas del bloque.
Ambas propuestas son defendidas con fuerza por Brasil y Uruguay, en tanto que Paraguay las respalda a medias y Argentina se opone de forma total.
El Gobierno argentino defiende reducciones de los aranceles más moderadas y puntuales para no perjudicar la competitividad de sus productores frente a las importaciones de otros mercados.
«Pese a la postura argentina, nuestra posición es de avanzar”, afirmó Guedes en una reunión virtual con un grupo de empresarios.
«No vamos a salir del Mercosur, pero tampoco vamos a aceptar al Mercosur como una herramienta de ideología», enfatizó el ministro del Gobierno de Jair Bolsonaro, quien mantiene una línea crítica frente al presidente argentino, Alberto Fernández.
Por su parte, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, sostuvo: «Este gobierno ha manifestado su intención de avanzar hacia el mundo con todos los socios del Mercosur, pero al mismo tiempo y se ha hecho explícitamente, de no ser posible avanzar en conjunto, Uruguay lo iba a intentar hacer», resaltó.
Lacalle Pou dijo que el Mercosur no debía ser «una carga» para el comercio regional y pidió flexibilizar las reglas del bloque, algo que Argentina rechazó.
«Nosotros hoy tenemos una posición de Brasil. No sé si va a cambiar. Sé que la que tenemos hoy nos sirve a los intereses uruguayos en el caso de avanzar bilateralmente con China. Si nos sirve ahora, aprovechemos», planteó Lacalle Pou.
En tal sentido, el ministro brasileño Guedes apoyó la decisión de Uruguay. «Está en línea con la necesidad de modernizar el Mercosur, con mayor flexibilidad negociadora para los países miembros. Es un ejemplo de la realidad que se impone, dada la pérdida de dinamismo del bloque», puntualizó.
El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Euclides Acevedo, admitió que observan todo esto «con inquietud», pero aseguró que su país «sigue apoyando las reglas del Mercosur».
Por último, el ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Matías Kulfas, enfatizó que en el Mercosur «se negocia en bloque y no individualmente».
El bloque celebró en marzo los 30 años desde su creación con una cumbre entre los presidentes de los países miembros, los cuales evidenciaron sus diferencias.
Mercosur se encuentra actualmente en negociaciones abiertas con Corea del Sur, Singapur, Canadá, Líbano y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). También está terminando los últimos detalles de un acuerdo comercial con la UE. Sus principales destinos de exportación son China, Estados Unidos y la UE.