El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó hoy Bucha, una pequeña ciudad cerca de Kiev recientemente recuperada por las tropas ucranianas y donde el Ejército ruso está acusado de haber cometido una masacre contra la población civil, imputación que el Gobierno de Vladimir Putin rechaza y califica como «puesta en escena».
«Ustedes ven lo que pasa cada día cuando nuestros combatientes entrar y recuperan territorios», afirmó Zelenski a medios de comunicación vestido con chaleco antibalas y acompañado de militares ucranianos, en una calle de Bucha devastada por los combates en el día 40 de la invasión rusa, que comenzó el 24 de febrero pasado.
El mandatario aseguró que en esa ciudad cercana a Kiev, que hasta el 30 de marzo estuvo en poder de las tropas invasoras, se cometieron «crímenes de guerra que serán reconocidos como genocidio», en una calle de la localidad, donde se descubrieron cientos de cadáveres de civiles el fin de semana, de acuerdo a la agencia de noticias AFP.
Zelenski mencionó a «miles de personas asesinadas y torturadas, con extremidades cortadas, mujeres violadas y niños asesinados».
El Ejército ruso ocupó Bucha desde el 27 de febrero al 30 de marzo. Durante más de un mes no se pudo acceder a la localidad.
La masacre de Bucha fue un «montaje» que amenaza a la seguridad internacional
En tanto, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, rechazó hoy en términos categóricos la implicancia de militares rusos en ese episodio, que a juicio del Kremlin supone una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales.
«Rechazamos de plano todas las acusaciones. Es más, consideramos que es necesario debatir este tema al nivel más alto; de aquí, nuestra iniciativa de examinarlo en el Consejo de Seguridad (de la ONU), iniciativa que ha sido bloqueada», sostuvo Peskov a los periodistas, citó a agencia de noticias Sputnik.
En tanto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, calificó hoy como un «montaje» las denuncias contra su país por la matanza de civiles en Bucha, a las afueras de Kiev, y advirtió que el episodio supone una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales.
«Hemos solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad (de la ONU) sobre el asunto en cuestión porque interpretamos esas provocaciones como una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales», sostuvo Lavrov al reunirse con Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas.
El jefe de la diplomacia rusa enfatizó que las imágenes que circulan estos días en los medios internacionales son «otro ataque con noticias falsas», según informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
«El 30 de marzo los militares rusos abandonaron esta ciudad, el 31 de marzo el alcalde declaró solemnemente que todo estaba bien, y al cabo de dos días vimos esa escenificación callejera que están intentando explotar en contra de Rusia», detalló.
Negativa de Reino Unido
Ayer, Rusia solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU celebrar hoy una reunión sobre lo que su representante permanente adjunto, Dmitri Polianski, calificó de «flagrante provocación de los radicales ucranianos en Bucha», pero Reino Unido, que ejerce la presidencia pro-témpore del consejo , denegó esa convocatoria.
Previamente, el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, había rechazado también la implicancia de militares de su país en asesinatos de civiles ucranianos en Bucha, tras lo profusa circulación de videos y fotos de centenares de cadáveres diseminados por las calles, algunos con las manos atadas.
«Habría que cuestionar seriamente esa información. Mucho en esos videos no es de fiar, los expertos de nuestro Ministerio de Defensa han detectado los indicios de montaje en esos videos», indicó, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Peskov también señaló que, a partir de la nueva situación planteada tras la difusión de las imágenes de Bucha, no tiene ningún comentario sobre el futuro de las negociaciones entre Rusia y Ucrania.
«Por el momento no comentamos de ninguna manera eso. No tengo información, por el momento, sobre el calendario futuro de las negociaciones», enfatizó.
El representante del Kremlin reconoció la gravedad de las muertes en Bucha, pero pidió no sacar conclusiones precipitadas.
«Se trata de una situación grave, sin duda. Pediríamos a todos, especialmente numerosos líderes internacionales, que eviten declaraciones precipitadas y acusaciones gratuitas, que soliciten información de diversas fuentes y, como mínimo, hagan caso de nuestros argumentos», insistió.
Una nueva provocación
El Ministerio de Defensa ruso calificó las fotos y videos publicados de «una nueva provocación», al asegurar que durante la estancia de los militares rusos en la ciudad «ningún civil local sufrió agresión alguna».
La cartera castrense apuntó que «el 31 de marzo el alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, en su videomensaje confirmó la ausencia de militares rusos, pero no mencionó ningún habitante local asesinado a tiros con las manos atadas».
«Así que no es sorprendente que las llamadas ‘evidencias de los crímenes’ en Bucha aparecieran cuatro días después, cuando a la ciudad llegaron los empleados del SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania) y representantes de la televisión ucraniana», subrayó el ministerio.
A la vez, indicó que «los suburbios del sur de la localidad, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeados las 24 horas por militares ucranianos con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple».
El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, ordenó estudiar las fotos y videos.
«Según la información disponible fueron difundidos para tergiversar la imagen de los militares rusos», remarcó, según reprodujo Sputnik.
Bastrikin ordenó además que se tomarán medidas para «identificar a las implicados en esta farsa, así como evaluar sus acciones desde el punto de vista legal, en virtud del código penal basado en el artículo Difusión pública de información deliberadamente falsa sobre las Fuerzas Armadas de Rusia».
La difusión de las imágenes disparó más rechazos públicos de parte de gobiernos occidentales.
Nuevas sanciones a Rusia
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Reino Unido adelantaron hoy que preparan nuevas sanciones contra Rusia y en las últimas horas el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió que estas acciones se centren en el sector del petróleo y el carbón, y el de España, Pedro Sánchez, mencionó que lo ocurrido en Bucha podría ser catalogado como «genocidio».
La escala de las matanzas aún se investiga, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, afirmó: «Se han recuperado los cuerpos de 410 civiles».
En tanto, el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, expresó: «280 cuerpos fueron llevados a fosas masivas porque era imposible enterrarlos en los cementerios que están al alcance de los disparos», según la agencia de noticias AFP.
La firma de imágenes satelitales Maxar presentó fotos que aseveró son de una fosa masiva en el predio de una iglesia local.
El trabajador municipal Serhii Kaplychnyi manifestó que las fuerzas rusas inicialmente se negaron a permitir a los pobladores enterrar a los muertos en Bucha. «Dijeron que mientras estuviera frío los dejaran allí», denunció.
«Eventualmente pudieron recuperar los cuerpos -dijo-. Cavamos una fosa masiva con un tractor y enterramos a todos», admitió.
A su vez, el jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, ordenó estudiar el video ya que, según la investigación, «se trata de una falsificación y una provocación», reveló hoy el canal de Telegram de la entidad.
«El presidente del Comité de Investigación de Rusia solicitó analizar la información difundida por el Ministerio de Defensa de Ucrania sobre el asesinato de civiles en la ciudad de Bucha, en la región de Kiev. Según la información disponible, el Ministerio de Defensa ucraniano difundió el video para tergiversar la imagen de los militares rusos», reprodujo la agencia de noticias Sputnik.
El Ministerio de Defensa ruso calificó las fotos y videos publicados por Kiev «de provocación de turno», ya que, apuntó, que durante la permanencia de los militares rusos en esta localidad «no hubo ningún caso de violencia contra civiles».
Además se subrayó que todas las unidades rusas se retiraron completamente de Bucha el pasado 30 de marzo, y las salidas de la ciudad en dirección norte no se bloquearon, mientras que las afueras del lado sur, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeadas durante todo el día por las tropas ucranianas con proyectiles de artillería de gran calibre y tanques.
Biden pidió «juicio por crímenes de guerra» por lo ocurrido en Bucha
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó hoy que quiere un «juicio por crímenes de guerra» tras el hallazgo del fin de semana de cadáveres con ropa de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, cerca de la capital Kiev.
Biden brindó estas declaraciones al regresar a Washington, tras pasar el fin de semana en su casa de Delaware.
El mandatario, partidario de tomar «más sanciones» contra Rusia, reiteró que considera a su homólogo ruso, Vladimir Putin, un «criminal de guerra» y añadió que le parece «brutal».
«Tiene que rendir cuentas. Es responsable de todo esto», agregó, informó la agencia de noticias AFP.
El sábado pasado, reporteros de la agencia francesa de noticias vieron al menos el cuerpo de 22 personas vestidas de civil en las calles.
De acuerdo con los periodistas, una de las personas estaba cerca de una bicicleta y otra tenía bolsas con provisiones a su lado, mientras que un cadáver tenía las manos atadas por detrás de la espalda.
Hasta hoy se desconocía la causa de su muerte, y dos personas tenían heridas grandes en la cabeza, agregó la AFP.
Bucha, situada al noroeste de Kiev, fue ocupada por el ejército ruso el 27 de febrero y fue imposible acceder a ella durante más de un mes.
Los comentarios de Biden se dan el mismo día en que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó Bucha y acusó al ejército ruso de «crímenes de guerra» que serán «reconocidos como genocidio».
Más muertes y heridos
Por otra parte, ocho personas murieron y 34 resultaron heridas en bombardeos rusos ocurridos ayer en dos ciudades del sur de Ucrania, informó hoy la fiscalía ucraniana.
«Tras los bombardeos del enemigo, siete residentes de Ochakiv murieron y otros 20 resultaron heridos. En la ciudad de Mikolaiv una persona murió y 14 resultaron heridas, entre ellas un niño», detalló en un comunicado.
Según la fiscalía, los disparos de las fuerzas rusas dañaron viviendas e infraestructuras civiles, así como vehículos.
Mikolaiv, con 475.000 habitantes antes de la guerra, fue fuertemente atacada por el ejército ruso en su intento de acercarse a Odesa, el mayor puerto de Ucrania.
El puerto de Ochakiv, de 15.000 habitantes, en el mar Negro, fue uno de los primeros objetivos de la invasión rusa el 24 de febrero.
El 24 de febrero pasado, hace 40 días, Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias de la región del Donbass a las que, previamente, Moscú reconoció como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas dos ciudades -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.
Ucrania, en cambio, afirma que con la operación militar Rusia pretende arrasar con la cultura y la historia ucraniana, y derrocar al presidente Volodomir Zelenski para promover que llegue al poder un dirigente cercano a Moscú.