El presidente de Perú, Pedro Castillo, ratificó que el Ejecutivo formalizará en los próximos días su propuesta de castración química para violadores de menores de edad, adolescentes y mujeres, una iniciativa que consideró «un clamor popular», aunque un ministro de su administración ya pidió cautela y estudios más profundos sobre la cuestión.
«Estamos planteando aplicar la castración química como una de las medidas drásticas contra los violadores de menores de edad, adolescentes y mujeres. Una propuesta que será formalizada en los próximos días y esperamos que el Congreso no le dé la espalda a un clamor popular», remarcó Castillo.
«Nosotros como gobierno tenemos la enorme responsabilidad de defender la vida de los peruanos, que está por encima de cualquier interés o cálculo político”, añadió.
En un acto en Ate-Vitarte, el mandatario peruano reiteró «la necesidad de una tarea conjunta entre el Congreso y el Ejecutivo sobre todo en este tema porque no hay espacio para la confrontación», puntualizó.
«Es nuestro deber hacerlo con sentido de urgencia y determinación, aquí no hay lugar para la inacción, para la parálisis, la vida está por encima de todo», continuó, según el diario La República.
Cautela, otra palabra que suena dentro del Gobierno
Por su parte, el ministro del Interior, Alfonso Chávarry, aseguró -de manera tajante- que la propuesta del Ejecutivo todavía debe atravesar algunos estudios y comprobarse «si da resultado o no».
«Eso debe ser revaluado, así nomás no se puede afirmar; debe tener un estudio», advirtió en declaraciones a la prensa, según la radio RPP.
Parte de la discusión interna en el gobierno se dará mañana, en la reunión del Consejo de Ministros, en la que, según anticipó el titular de Justicia, Félix Chero, se analizarán también «otras acciones preventivas en educación y salud mental».
Castillo lanzó la propuesta como respuesta al caso de una nena de tres años secuestrada y violada en Chiclayo, hecho de una enorme repercusión en los medios peruanos e internacionales.
El ministro Chero admitió que «el nombre del procedimiento puede generar controversia», pero aclaró que el Ejecutivo convocará a quienes tengan criterios diferentes para buscar la mejor solución, de acuerdo a la estatal agencia Andina.
«La eventual castración química sería una pena accesoria, por lo que no se aplicaría en casos en los que el agresor reciba cadena perpetua», indicó.
Chero, por último, afirmó: «Cuando nuestros hijos son tocados, debemos ponernos la camiseta más allá de posturas políticas».
El funcionario consideró que en casos de flagrancia -como el de Chiclayo- «deben activarse los procedimientos para que haya condena en no más de 15 días», concluyó.
Un procedimiento controversial
La castración química consiste en administrar medicamentos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual, y suele aplicarse como método de prevención contra las agresiones sexuales, y también como castigo para los que cometen crímenes de esta índole.
Cabe destacar que los efectos de esos fármacos no son definitivos y solo duran mientras son aplicados.
La iniciativa, controversial, ya recibió el rechazo de la Defensoría del Pueblo y del partido de izquierda Nuevo Perú, aliado del oficialismo.
Sin embargo, el Gobierno considera que parte de la sociedad peruana exige medidas más severas para los violadores y, por tal motivo, llevará la medida al Congreso.