Colombia y Estados Unidos comenzaron una serie de ejercicios militares en el mar Caribe, que por primera vez incluyen un submarino nuclear, en medio de las tensiones políticas con Venezuela, aliado de Rusia en la región.
El ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, aseguró: «Las maniobras apuntan a fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la protección de la soberanía nacional».
«Hoy iniciaron la Armada de Colombia y la Marina de Estados Unidos ejercicios de interoperatividad en el mar Caribe colombiano», agregó el funcionario.
«La acción ratifica la confianza mutua de esa alianza que tiene Estados Unidos con Colombia», destacó Molano, evocando los estrechos vínculos entre ambos países durante décadas.
El ministro colombiano no detalló hasta cuándo se extenderán las maniobras de ensayo en el Caribe, ni el número de efectivos estadounidenses implicados.
Bogotá había cuestionado semanas atrás un supuesto intento de injerencia rusa en la volátil frontera colombo-venezolana, mediante apoyo y asesoría militar a las tropas venezolanas. La embajada de Moscú rechazó los señalamientos.
Sin hacer mención del presidente venezolano, Nicolás, Maduro o al ruso, Vladimir Putin, Molano destacó que los ejercicios se desarrollan «dentro del ámbito de la OTAN».
Colombia es el único país latinoamericano que es socio estratégico de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la alianza de potencias occidentales que está en el centro de la crisis mundial derivada de la invasión de Rusia a Ucrania.
«El mensaje es muy sencillo: Colombia cada vez se prepara, nuestra Armada cada vez se prepara más para garantizar nuestra soberanía nacional», concluyó Molano acompañado del comandante de la Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, y miembros de la Armada.
La respuesta de Venezuela
Por su parte, el ministro de Defensa venezolano, el general Vladimir Padrino, rechazó «de manera categórica» los ejercicios colombo-estadounidenses calificándolos de «ostentación imperialista», en un mensaje en Twitter.
Asimismo, el funcionario aseguró que esa serie de ejercicios de entrenamiento naval que realizaron Estado Unidos (EE. UU.) y Colombia en el Caribe «son una réplica de la expansión Otanista en el Mediterráneo de América».
Y continuó: «El narcotráfico, la guerra en Arauca, los asesinatos sistemáticos y los grupos terroristas no se combaten con submarinos nucleares», enfatizó.
¿Lo de Ucrania-Rusia puede replicarse en América del Sur?
El experto en seguridad y defensa, Iván Díaz, aseguró que «la Ucrania de América del Sur es Venezuela y Colombia corre un gran riesgo, ante las repercusiones que puede tener el conflicto bélico en el que el principal protagonista armado es Rusia».
El experto precisó que la ubicación geográfica del país incrementa el peligro ante la expansión imperialista rusa y su avance de tecnología armada.
«Sin duda es un riesgo para Colombia y aunque en su momento causó burlas, hoy mismo cuando empezamos a encontrarnos con la realidad sobre la proyección imperialista rusa, hay que entender que la Ucrania de occidente de América del Sur es Venezuela porque es nuestro vecino», explicó Díaz.
«Así como Europa, en Colombia hemos cometido el error de pensar que la paz está en desarmarse y que la tranquilidad está en tener aliados. Desgraciadamente nuestras capacidades militares especialmente en defensa aérea están muy atrasadas, nos quedamos en los 60», añadió.
Y prosiguió: «Un país guerrerista debe tener unas capacidades de defensa importantes, frente a la beligerancia de tener un aliado ruso literalmente en la puerta de al lado», remarcó.
Colombia debió haber renovado la flota de aviones militares, sin tener el conflicto bélico que enfrenta el mundo actualmente.
«Esa es una decisión que se debió haber tomado incluso sin tener la problemática y escalada que tenemos hoy en día. Ese es un deber y una necesidad que tiene todo país de tener la actualización suficiente para defenderse y por supuesto, la flota aérea es uno de los elementos en los que más retrasados estamos en términos de defensa», remarcó.
Por último, Díaz señaló: «Eso nos hace vulnerables y apetecibles para cualquier tipo de reacción como la que hoy está teniendo Rusia y como la que ya manifestaban en distintas ocasiones el Gobierno de Nicolás Maduro. El mismo discurso de ONG que llevó a Europa a desarmarse, ha sido el que hemos tenido en Colombia y por esto hemos caído en un espiral peligroso», sentenció.