La crisis social y energética que atraviesa Bolivia, resultado de malas decisiones del gobierno, está afectando gravemente el abastecimiento de alimentos básicos, esto ha ocurrido con la harina, el pollo, el huevo, la carne y el arroz por mencionar algunos, y ahora con el aceite. Cada vez más productos esenciales comienzan a escasear, impactando directamente en la vida cotidiana de las familias bolivianas.
Pero ¿Qué ha llevado a esta situación crítica? Según expertos, estas son las principales razones, conózcalas:
- La crisis energética
La escasez de diésel, esencial para operar la maquinaria agrícola y transportar las cosechas, ha paralizado buena parte del proceso productivo. Además, una porción de la cosecha ha sido destinada a biocombustibles por parte del gobierno central, reduciendo aún más la disponibilidad de granos para producir el aceite de soya, agravando la disponibilidad del producto.
- Precios fijos
Durante aproximadamente 15 años el precio del aceite en Bolivia ha sido controlado por el gobierno, ignorando las dinámicas de oferta y demanda. A esto se suma el contrabando: el bajo precio en el país ha incentivado la venta ilegal de aceite a países vecinos, dejando aún menos producto para los consumidores bolivianos.
Gary Rodriguez, gerente de IBCE comentó: “El problema principal es el enorme diferencial de precios. El aceite está congelado en su precio, desde 2008, en 11 bolivianos. Sin embargo, sacarlo a países vecinos como Chile, Perú o Brasil puede significar hasta tres veces más por el diferencial que se ha dado”, afirmó en un video que compartió en sus redes sociales.
- Costos más altos de producción
La situación económica ha incrementado los costos de producción. Insumos clave como envases, transporte y logística se han vuelto más caros, elevando el costo final de producción del aceite.
- Menos cosecha por el clima
El año comenzó con una severa sequía que afectó profundamente los cultivos de soya. Esto ocasionó pérdidas significativas: un 31% menos en la cosecha de verano y un 41% menos en la de invierno, en comparación con años anteriores. Con menos materia prima disponible, la producción de aceite ha disminuido drásticamente.
El Tiempo apremia.
Resolver esta crisis requiere un enfoque integral. Si bien la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) se comprometió a garantizar el suministro de aceite requerido al mercado interno a un precio regulado de hasta Bs 11 la botella de 900 mililitros y de Bs 10 el litro a granel, muchos analistas aseguran que deben revisarse las políticas de precios fijos y permitir que las empresas sigan generando empleo para miles de bolivianos.
La población está a la espera que las autoridades cumplan con establecer las mesas de trabajo conjuntas con la industria, para definir un nuevo precio actualizado y acorde a la situación actual, como ha sucedido con otros productos. Si no se toman medidas inmediatas para sincerar los precios, la crisis del aceite se profundizará y se pondrán en riesgo miles de empleos directos e indirectos en el país.