Corea del Norte confirmó nuevos ensayos de un misil balístico desde un submarino, según la Agencia Central de Noticias del país comunista (KCNA), que renovó la tensión con Estados Unidos y generó preocupación y condena de parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La KCNA indicó que el lanzamiento se realizó con éxito el 19 de octubre por la Academia de Ciencias para la Defensa Nacional de Corea del Norte.
De acuerdo con el medio, el líder norcoreano, Kim Jong-un, no asistió personalmente a los ensayos.
Además KCNA agregó que el arma probada está equipada con «muchas tecnologías avanzadas de control y guía» y que fue lanzada «desde el mismo barco utilizado por el país en su primera prueba de misiles balísticos estratégicos tierra-mar hace 5 años, en aguas cercanas a la oriental ciudad portuaria de Sinpo».
El lanzamiento llegó horas después de que Estados Unidos ratificara una oferta de Corea del Norte de reanudar conversaciones por su programa nuclear militar, y refleja cómo la nación comunista siguió expandiendo sus capacidades bélicas durante meses de estancamiento diplomático.
A primera hora, Tokio y Seúl detectaron el lanzamiento de un misil no identificado desde el Norte hacia el Mar de Japón.
Más tarde, Corea del Sur identificó el proyectil como un misil balístico de corto alcance lanzado desde un submarino, mientras que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, habló de dos lanzamientos distintos desde Corea del Norte.
Horas después, la ONU expresó su preocupación y condena por los lanzamientos de misiles, incluidos los referidos informes sobre uno realizado desde un submarino hacia aguas de Japón, consignó el portavoz del organismo, Farhan Haq.
«Estamos preocupados por los últimos lanzamientos de los que se ha informado realizados desde la República Popular Democrática de Corea, incluido el informe de que se ha lanzado un misil balístico desde el mar», abundó Haq en una rueda de prensa.
El portavoz reiteró el pedido de la ONU a los líderes norcoreanos para que «cumplan plenamente con sus obligaciones internacionales en virtud de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad» y al mismo tiempo «pidió que se reanuden rápidamente los esfuerzos diplomáticos hacia la paz sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea».
El Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos le exigió a Corea del Norte «abstenerse de cualquier otra acción desestabilizadora», aunque señaló que el disparo «no plantea una amenaza inmediata para el personal o territorio estadounidenses o los de nuestros aliados».
La península vive una especie de carrera armamentista, desde que Corea del Sur lanzó en septiembre su primer SLBM y presentó su primer misil crucero supersónico.
Por su parte, disponer de un SLBM en su arsenal permitiría al régimen norcoreano desplegar su armamento lejos de la península coreana y lo dotaría de capacidad de réplica desde un submarino en caso de que sus bases terrestres sean destruidas o atacadas.
Corea del Norte, que posee armas nucleares, probó en las últimas semanas misiles cruceros de largo alcance, un arma lanzada desde un tren y lo que calificó como un misil hipersónico, generando consternación internacional.
También realizó una rara exhibición de armas que incluyó un gigantesco misil balístico internacional, presentado en un desfile militar nocturno el año pasado.
El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió buscar la desnuclearización mediante la diplomacia. Pero Corea del Norte parece reticente a aceptarlo.