La Corte Suprema de Justicia estadounidense anularía el derecho al aborto, según el borrador de un dictamen del máximo tribunal filtrado que, de no modificarse, transformaría el panorama de la salud reproductivo de las mujeres de Estados Unidos tras casi medio siglo de estar avalado por la Constitución.
No obstante, el presidente Joe Biden aseguró que su Gobierno «está preparando una respuesta para garantizar su defensa».
Se trata de un documento que se distribuyó a principios de febrero y que no representa necesariamente la opinión final del máximo tribunal, informó el sitio de noticias Político, el medio que tuvo acceso al dictamen, cuya autenticidad fue confirmada por el propio presidente de la Corte, John Roberts, en un comunicado.
«Aunque el documento descrito en los informes es auténtico, no representa una decisión de la Corte o la posición final de cualquier miembro sobre los temas del caso», afirmó el juez, quien precisó que el caso está «pendiente» y que además este tipo de borradores forman parte «de la rutina y del esencial trabajo deliberativo confidencial del tribunal».
Roberts consideró que esta «traición a las confidencias de la Corte no tendrá éxito en socavar su integridad y su trabajo» y anunció que pidió «una investigación para determinar el origen de la filtración», según reportó la cadena CNN.
«Esta fue una violación singular y atroz de esa confianza que es una afrenta a la Corte y a la comunidad de servidores públicos que trabajan aquí», sentenció.
El caso Roe contra Wade de 1973
El texto del borrador cita la histórica decisión del caso Roe contra Wade de 1973 que consagra el derecho al aborto como «atrozmente errónea desde el comienzo».
«Sostenemos que Roe y Casey deben ser anulados», escribió el juez Samuel Alito en el documento, etiquetado como «opinión del tribunal».
«Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes elegidos por el pueblo», añadió.
En el caso Roe contra Wade, la Corte Suprema del país sostuvo que el acceso al aborto es «un derecho constitucional de la mujer».
En una sentencia de 1992, Planned Parenthood contra Casey, la Corte garantizó el derecho de la mujer a abortar hasta que el feto sea viable fuera del vientre materno, lo que suele ocurrir entre las 22 y 24 semanas de gestación.
«La conclusión ineludible es que el derecho al aborto no está profundamente arraigado en la historia y las tradiciones de la nación», opinó Alito, según consignó la agencia de noticias AFP.
Biden fijó su postura
Tras conocerse la filtración del documento, Biden aseveró hoy en un comunicado que su Gobierno estará «listo cuando se emita cualquier fallo» y recordó que argumentó «con firmeza ante el Tribunal» la defensa de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
«El derecho de la mujer a elegir es fundamental y Roe contra Wade está vigente durante casi cincuenta años, y la justicia básica y la estabilidad de nuestra ley exigen que no se anule», enfatizó.
Aunque prometió trabajar para aprobar una legislación en el Congreso que codifique el fallo sobre el aborto, Biden dejó en claro que corresponderá a los «funcionarios electos» proteger el derecho de la mujer a elegir y, por tanto, recaerá en los votantes elegir a los funcionarios a favor del derecho a decidir en las próximas elecciones legislativas de noviembre».
Más tarde, en declaraciones a la prensa, el mandatario dio un paso más allá y alertó que si la Corte Suprema decide anular su sentencia sobre la IVE, abriría la puerta a cambiar fallos sobre una «toda la gama» de asuntos que afectan la vida privada de la gente.
«Toda una gama de derechos están en duda», manifestó Biden, al advertir sobre un «cambio fundamental» a las posiciones actualmente aceptadas sobre el matrimonio homosexual, tener hijos o abortos y la crianza de los hijos.
Los derechos reproductivos se vieron cada vez más amenazados en Estados Unidos en los últimos meses, con los estados movilizados para endurecer las restricciones.
Políticos de derecha lanzaron un ataque contra el aborto, mientras que los demócratas, liderados por Biden, luchan por proteger el acceso a dicho procedimiento.
Todo comenzó a fines del año pasado
En diciembre, al escuchar los argumentos orales sobre una ley del sureño estado de Mississippi que podría prohibir la mayoría de abortos después de la semana 15, la mayoría conservadora de la Corte Suprema pareció inclinarse no solo a mantener la normativa estatal, sino a anular la decisión de Roe contra Wade.
Se espera que este cuerpo de nueve miembros, dominado por conservadores tras la nominación de tres jueces por el ex presidente Donald Trump, emita una decisión en el caso de Mississippi para junio.
El sitio de noticias Político subrayó que el documento que obtuvo es «un borrador» y que las opiniones «podrían cambiar hasta entonces».
La filtración del texto es extraordinaria en tanto todavía se está decidiendo un caso en la justicia.
Político destacó que es «la primera vez en la historia moderna que un borrador de opinión se había revelado públicamente».
Muchas voces en contra
El Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que defiende el derecho al aborto, advirtió que es «seguro o probable» que 26 estados prohíban el aborto si la decisión Roe contra Wade es anulada.
Los estados que lo decidan podrían seguir permitiendo legalmente el aborto, aunque el tribunal anule el caso Roe contra Wade.
Planned Parenthood, el mayor prestador estadounidense de servicios de salud reproductiva, señaló que el proyecto de opinión es «indignante», pero consideró que aún «no es definitivo».
«Los centros de salud de Planned Parenthood permanecen abiertos y el aborto actualmente sigue siendo legal, y continuaremos peleando como nunca antes para proteger el derecho al aborto legal y seguro», precisó.
Pero si el máximo tribunal efectivamente anula la jurisprudencia que fundó el derecho al aborto en Estados Unidos desde la década de 1970, «corresponderá a los funcionarios electos de nuestra nación en todos los niveles de gobierno proteger el derecho de la mujer a elegir. Y recaerá en los votantes elegir a los funcionarios a favor del derecho a decidir este noviembre», apuntó BIden en referencia a las próximas elecciones legislativas.
«A nivel federal, necesitaremos más senadores a favor del derecho a decidir y una mayoría a favor del derecho a decidir en la Cámara para adoptar una ley que garantice el derecho al aborto en caso de que Corte Suprema lo anule», enfatizó.
El 22 de enero de 1973, la Corte Suprema de Estados Unidos estableció en su histórica decisión «Roe contra Wade» que el derecho al respeto de la vida privada garantizado por la Constitución se aplicaba al aborto.
En una querella interpuesta tres años antes en un tribunal de Texas, Jane Roe, seudónimo de Norma McCorvey, madre soltera embarazada por tercera vez, atacó la constitucionalidad de la legislación texana que hacía del aborto un crimen.
La más alta jurisdicción del país asumía la cuestión meses después por un recurso de Jane Roe contra el fiscal de Dallas, Henry Wade, pero también por otro de un médico y el de una pareja sin niños que querían poder practicar o someterse a una interrupción voluntaria del embarazo con toda legalidad.
Tras haber escuchado a las partes en dos ocasiones, la Corte Suprema esperó a las elecciones presidenciales de noviembre de 1972 y a la reelección del republicano Richard Nixon para emitir su decisión, tomada por siete votos contra dos, un fallo histórico que hoy por hoy está en peligro.